La Utopía de María Pagés

“Se lo conté a Enrique un día, una buena mañana… y fue tan rápido en su respuesta que me sorprendió. No lo dudó. Y tanto me sorprendió su apoyo que se lo agradezco doblemente.” Con estas palabras abría la coreógrafa y bailaora María Pagés la presentación de su libro Utopía del buen lugar, construído a partir de la creación de su espectáculo del mismo nombre, y cuya pubicación ha sido patrocinada por la Fundación Loewe.

En uno de los salones del madrileño Teatro Español, donde esa misma tarde se representaría su coreografía, un encuentro ante la prensa con María Pagés y Enrique Loewe sirvió para formalizar la salida a la luz del libro y explicar el porqué de su incursión en el mundo literario y el acercamiento entre la bailaora y la firma española. “Enrique apoya a la danza; hay pocas personas del mundo empresarial en España a las que veo con tanta decisión y tanta naturalidad apoyar a la danza” afirmó la bailaora. El presidente de la Fundación nos habló de su acercamiento tardío al mundo de la danza y de que no cree que “la Fundación Loewe tenga un mérito especial”: simplemente “miramos a nuestro alrededor y al mirar vemos que este es un mundo en el que conviene pararse un poco y reflexionar, y si se puede, ayudar”. Por una parte está el patrocinio de los espectáculos de danza del Teatro Real de Madrid y del Teatre del Liceu de Barcelona, “pero queríamos que esto, y lo intentamos, derivara hacia una labor más práctica, más formativa, más educativa… que tenga más consecuencias aparte del patrocinio”, y se refirió a continuación a su interés en “buscar vertientes que abran posibilidades a jóvenes creadores ante la dificultad de dar los primeros pasos de una forma menos compleja, y por eso estamos aquí.”

Pero además, según explicó, hay una razón añadida para su acercamiento a María Pagés: “Con esta artista, amiga, podría decir, tuve una comida hace cuatro o cinco años, como algo forzado… pero nos entendimos inmediatamente y yo comprendí que ella podría ser benéfica en la traducción de una imagen de España fuera de nuestro país. Nosotros tenemos una actividad muy importante en Oriente en general, en Japón y China en particular, y así iniciamos esta especie de noviazgo fundacional aprovechando la gira que María Pagés hacía por estos lugares: acercando después de las sesiones de ballet a nuestros clientes o a la gente que habíamos invitado, que no necesariamente eran clientes, a hablar con ella, y averiguar qué es esto, y qué es el flamenco…”.

Acerca del libro, Pagés explicó que “después de hacer una creación coreográfica, que como sabéis es un proceso bastante complejo, sentí la necesidad de verbalizarlo todo, de escribirlo. Y de ahí nació. Creo que es necesario, además de contar ideas, ponerlas en palabras; necesario para el creador y para el lector”. Utopía está confeccionado a modo de entrevista con Elvira Giménez y Ángela de la Torre, porque “ellas están desde el principio de la creación y pensé que eran las personas más idóneas para tener esta conversación que ha durado meses. Creo que las respuestas casi las tenían ya ellas, por todo lo que han vivido a lo largo de ese proceso”. En una conversación aparte, la bailaora nos explicó que además, el impulsor y verdadero artífice del libro ha sido El Arbi El Harti, cómo sin su constante apoyo e insistencia el libro no habría salido a la luz, y que él es el autor de la mayor parte del texto. En su encuentro con la prensa, también contó María Pagés que su vida “está llena de libretas en las que voy anotando, y aunque las voy eligiendo según el día, hay una que es en la que van las ideas principales”. Para explicarnos la estructura cambiante del libro, Pagés se refirió a la ilustración que aparece en la página 28:  “Es el primer boceto de la escenografía. Es curioso porque era un trabajo complicado… ¿cómo se va a hacer la escenografía de un espectáculo inspirado en un arquitecto? La primero que uno se puede imaginar es que el propio artista va a intervenir; segundo, que va a tener mucho que ver con la arquitectura, y tercero, que va a tener voluminosidad.” Sin embargo, explicaba ella, “el ejercicio para el diseño de la escenografía fue todo lo contrario; fue deconstruir todos aquellos volúmenes, llegar a la esencia.” Y añadió que fue precisamente esa ilustración que nos mostraba “la que me abrió la luz; menos mal que estos dibujos están ahí, porque si no habría sido muy complicado hacer la escenografía de Utopía“. Como curiosidad, nos dijo que “fue por la noche”, aclarando que “cuando llega el proceso creativo yo casi ni duermo; cierro los ojos e intento dormir, pero no paro de pensar, es como un estado latente de  trabajo… y una de las noches me desperté y dije, ‘se me ha ocurrido. Es eso’. Y salieron esos dibujos.” A partir de ahí, contó, “me puse enseguida, por la mañana, a llamar a quien trabaja habitualmente conmigo, Eduardo Moreno, el que realiza las escenografías, el que las pone en realidad a partir de esas ideas. Salió una escenografía que representa las ideas de Utopía, porque tiene una realidad muy directa con el trabajo de Oscar Niemeyer, y me ayudaba a crear los espacios que quería para este trabajo.”

El libro está lleno de “frases y epígrafes que son como mis mandamientos; porque de vez en cuando oigo algo y ya lo estoy apuntando… y de pronto, de una frase surge una idea. Empiezo con Antonio Gades porque ha sido la persona que más ha podido influir en mi vida, en mi carrera, en mi modo de entender el flamenco, de admirarlo, de quererlo…”. El interés de María Pagés era, insistió, transmitir la complejidad del proceso creativo y coreográfico y la importancia de que “todo el mundo que trabaja contigo crea en lo que tú crees”, y que el libro pudiera leerse “en el tiempo que dura el espectáculo, en una hora y doce minutos”, para proporcionar así una relectura del montaje, desvelando sus secretos. “Creo -añade la coreógrafa- que había que empezar poco a poco con la idea de poder verbalizar y dejar por escrito lo que es efímero. A partir de ahora lo haremos de todos mis trabajos, e incluso empezaremos antes.”

Utopía del buen lugar estará a la venta -al precio de 10€- coincidiendo con las representaciones del espectáculo, y va a traducirse al inglés y al japonés para abarcar los mercados donde la artista tiene más presencia. Enrique Loewe, que había empezado su discurso releyendo las palabras de Gades a las que había hecho referencia la coreógrafa, explicó cómo “a través de lo mecánico se puede producir, de verdad, una utopía”. María Pagés, con el sentido práctico que concede el oficio, cerró el encuentro con un certero “ahora, a leer el libro, y ya está”.


Imágenes: Fotografía de la portada de Utopía del buen lugar © Elna Matamoros, 2012. Ilustraciones de la publicación: fotografía de María Pagés © David Ruano, 2011 (p.35) y diseños de escenografía (p.28) y coreografía (p.22, detalle) © María Pagés, 2011.

 

02 – 11 – 2012

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