El veterano poeta chileno Óscar Hahn (Iquique, 1938) es el ganador del XXVII Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe con Los espejos comunicantes, un libro en el que conviven dos voces solapadas, dos miradas, una intimista e introspectiva y otra que nos asoma a una realidad cotidiana a veces convulsa. Esta mañana se ha hecho público en la tienda Loewe de Gran Vía, en Madrid.
El Premio Loewe a la Creación Joven ha sido para la colombiana María Gómez Lara (Bogotá, 1989) por Contratono, «una poesía fresca e indiscutible, que alerta de una gran promesa», según manifestó el Jurado, presidido por Víctor García de la Concha e integrado por Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Antonio Colinas, Pablo García Baena, Antonio Lucas, Soledad Puértolas, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena e Ida Vitale.
Treinta y nueve obras habían quedado finalistas de las 845, procedentes de 32 países, presentadas en esta edición. Cerca de dos centenares llegaron de América, que este año ha copado el palmarés; algo que no había ocurrido nunca en las ediciones precedentes del Premio Loewe, que se convoca desde 1987 con el fin de «impulsar la calidad poética en lengua castellana». Se premia una obra inédita de al menos 300 versos y se concede un Premio a la Creación Joven a un autor menor de 30 años. Ambos libros son publicados en la Colección Visor de Poesía.
La entrega de los Premios y la presentación de los libros editados tendrá lugar el próximo mes de marzo. Esta mañana, Sheila Loewe, Directora de la Fundación Loewe, fue la anfitriona del encuentro entre el jurado y los medios de comunicación. Tras su bienvenida, dio paso a Víctor García de la Concha, que leyó el Acta del Jurado con el fallo de los premios.
Cada obra premiada fue, a continuación, presentada y comentada por un miembro del Jurado. Ida Vitale, «agradecida de estar aquí y de haber coincidido con un jurado tan generosamente unánime», destacó «la solvencia» de Contratono, el libro de María Gómez Lara. Le asombraron sus poemas desde su primer contacto con ellos, y leyó uno, el titulado Emily Dickinson, como muestra de la escritura de esta jovencísima poeta.
Nací el mismo día que Emily Dickinson
casi dos siglos después
y las cosas han cambiado un poco
desde entonces
no tuve
su entereza ante el dolor
ni su oído sutil para las revelaciones
vivo en un edificio alto
donde no llegan los pájaros
sólo un ruido de sirenas
que no canta
es una ciudad inmensa
aquí todos somos Nadie
pero no hemos aprendido
a guardar el secreto:
al caminar regamos
nuestra nada en las esquinas
Nací con la piel oscura
en un país del trópico
y vine a buscarla a este estruendo
tan lejano de su voz
que se enredaba en las praderas
la imagino callando en los ladrillos
veo sus manuscritos de letras apretadas
como ramas de tina negra
que se quiebran
en cualquier envoltura
en la lista de mercado
y se enlazan otra vez
para inventar el mundo
Nací un diez de diciembre como ella
y no traje ese silencio
sin embargo
gracias al conjuro
de repetir sus versos
mientras cambian los semáforos
estoy a flote
todavía
La presentación de Los espejos comunicantes, el libro premiado de Óscar Hahn, corrió a cargo de Luis Antonio de Villena. Señaló la existencia en él de «dos lenguajes diferentes» que se compenetran: uno de «indagación sobre el yo» y su «perplejidad» en el mundo, y otro que mira al mundo en la actualidad, «un mundo que no funciona bien», que a veces no se entiende y en el que el hombre frecuentemente no es nuestro mejor compañero.
Lo vemos en el Vals de Santiago, poema que el propio Hahn ha elegido como muestra:
Un bosque depresivo invade la ciudad
un bosque trashumante
que quisiera escapar pero no puede
Desde los árboles que se agitan irascibles
caen castañas de carbón
Veloces monstruos de metal
con cerebros de moscas
se han adueñado de las calles
Chillan y chillan
No queda oxígeno que respirar
La clorofila se ha vuelto alquitrán
Pasan tortugas que parecen perros
y gatos que parecen caballos
Pasan pájaros que no consiguen volar
por el peso del hollín en sus alas
Una ballena se ha varado en la Plaza de Armas
Está nevando en pleno verano mamá
y los niños no pueden columpiarse
Nada se mece nada se balancea
El viento está inmóvil como una idea fija
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Fotografías: Soledad Puértolas, Pablo García Baena, Antonio Colinas, Víctor García de la Concha, Enrique Loewe, Ida Vitale. Luis Antonio de Villena, José Manuel Caballero Bonald, Jaime Siles, Francisco Brines, Jesús García Sánchez (Chus Visor), Sheila Loewe y Antonio Lucas. Ida Vitale presenta Contratono, de María Gómez Lara. Luis Antonio de Villena presenta Los espejos comunicantes, de Óscar Hahn. © Uxío da Vila para la Fundación Loewe