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Entrega del XXXVI Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE

El pasado 13 de marzo, en el Hotel Ritz de Madrid, tuvo lugar la entrega de galardones del XXXVI Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE. Sheila Loewe, Presidenta de la Fundación, dio la bienvenida a un acto en el que Diego Roel (Buenos Aires, Argentina, 1980) recibió el Premio LOEWE por su libro Los cuadernos perdidos de Robert Walser y Ernesto Delgado (Placetas, Cuba, 1996) el Premio a la Creación Joven por Pálpito. Ambos poemarios han sido publicados por la Editorial Visor de Poesía y fueron presentados el día de la entrega de galardones.

“En esta vida que nos lleva con prisa, y en un momento triste y preocupante en muchas partes del mundo, es un privilegio reunirnos hoy para disfrutar la poesía”, dijo Sheila Loewe. Tras agradecer su colaboración al equipo de la Fundación Loewe, a quienes realizaron la primera selección de poemarios de entre los 2302 participantes de 44 países y al Jurado del Premio, tomó la palabra Enrique Loewe, Presidente de Honor de la Fundación, quien tuvo un recuerdo para los poetas que han protagonizado esta ceremonia durante los 36 años anteriores: “Han dado a mi vida un sentido adicional al que ya tenía, y me han enseñado a sentir, a pensar y a disfrutar un poco de ese mundo misterioso y maravilloso”.

Aurora Egido presentó el poemario de Ernesto Delgado compartiendo con los asistentes cómo el lema bajo el que presentó Pálpito remitía a unos versos de Gastón Baquero que, dijo, “no dejaban de ser una declaración de inocencia rescatada paradójicamente por la palabra poética”. El seudónimo del candidato, además, se refería a una frase de William Butler Yeats recreada por el poeta salmantino José Luis Puerto, también vinculada con la inocencia. “La exaltación de la inocencia es tan larga como la historia de la literatura”, añadió Egido. “Pero el homenaje de Delgado a Baquero no se plasma sólo en ese inocente seudónimo, sino en esa escritura que rescató desde el exilio al niño que había sido y a la figura de la madre. Ernesto Delgado ha hecho de su poética una nueva celebración en su libro Pálpito. Un título esdrújulo y profético que evoca un amplio abanico de posibilidades semánticas, como los de presentimiento, corazonada, sensación, sospecha, barrunto, intuición y presagio, lo que conlleva un halo también de misterio”, explicó. Gracias a Delgado, añadió, “se unen hoy de nuevo las voces de España y Cuba -además de Argentina, en la voz de Diego Roel- al abrigo de una lengua común que se enriquece con los distintos tonos que suenan en las dos orillas”.

Delgado agradeció las palabras de Egido quien, indicó “ha desentrañado muy bien el secreto del libro y ha mencionado a poetas que para mí son palabras sagradas, sobre todo Gastón Baquero”. Pálpito, dijo “no es más que intento de cantarle a ese presentimiento que tenemos de que todo nuestro alrededor vive, de que todo tiene una estrecha relación y nos está dando un palpitar que debemos auscultar para saber qué hacemos aquí, y que incluso cuando empiezan a visitarnos la muerte, las enfermedades, cuando todas las desgracias pasan dejan su destrozo, lo que nos queda es un pálpito, un presentimiento que nos está diciendo que estamos acá, vivos, y hay que buscarle un sentido a todo”.


Antonio Colinas comenzó la presentación de Los cuadernos perdidos de Robert Walser, el libro ganador, haciendo referencia al largo camino recorrido por la poesía “desde hace por lo menos veinte siglos en Sumeria, en China, en Egipto. Ha estado siempre unida a los humanos porque es el pensar y el sentir esencial”. Hizo también referencia a los arranques del Premio Loewe de Poesía y a las distintas poéticas que se han ido definiendo a lo largo de los años citando a algunos de los muchos galardonados hasta llegar al ganador de la actual edición y su vínculo con Latinoamérica. “El libro de Diego Roel es muy personal y muy radical. No copia la realidad; es personal porque hay en su diseño una prueba para la que él habrá tenido que ignorar influencias, y es radical porque siente y piensa en los límites, a través de un gran afán de síntesis. Así puede justificarse que, sobre todo en la segunda parte, el poema formalmente se vaya reduciendo hasta el extremo de formar parte de un solo verso. Hablamos del poema como microcosmos”, sostiene. Recomienda Colinas leer el libro “ignorando el nombre propio que aparece en su título, para que los árboles de Walser no nos impidan ver el bosque que supone el libro de Roel”, añade. Explica que Roel no quiere ser Robert Walser, sino que “busca su propio camino, revelándonos una atmósfera. A veces el autor renuncia, incluso, a la puntuación ortográfica”. Hizo referencia también a la sintonía del poemario con Silesius, Hölderlin o Pessoa, explicando que el libro parte de una tradición inspirada y muy antigua. “El autor se verá sumergido en un pensar el poema, y con ello en un buscar respuestas a preguntas tan importantes como eternas. Iniciación también a la meditación, con la presencia de la naturaleza contemplada; alude al sentido de caducidad, a la muerte como miniatura, y es así porque el autor llama a su mirada ‘microscópica’. Leves ecos místicos en una alusión a la nada, que es el todo. Diego Roel siente y piensa en su libro los temas más radicales y perennes”, resumió.

El galardonado, tras las palabras de Colinas, explico que este Premio, “viniendo de España es muy especial, porque esta es la tierra de mis abuelos”. Tuvo un recuerdo para su abuela materna, canaria, quien le recitaba de memoria a Lope de Vega y a Pedro Calderón de la Barca y sus abuelos paternos oriundos de Rianxo, Galicia. Leyó también, antes de compartir algunos de sus poemas premiados, unos versos de La Arcadia de Lope de Vega: “¡Ay, dulce y cara España, / madrastra de tus hijos verdaderos, / y con piedad extraña / piadosa madre y huésped de extranjeros!”. Finalmente, Diego Roel agradeció a la Fundación LOEWE, a la Editorial Visor y “a España” por el galardón y la publicación de su libro.

El Jurado del XXXVI Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE ha estado presidido por Víctor García de la Concha y compuesto por Gioconda Belli, Antonio Colinas, Aurora Egido, Juan Antonio González Iglesias, María Negroni, Carme Riera, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena y Reiniel Pérez Ventura, ganador de la anterior convocatoria. En esta edición, la dotación del Premio ascendió a 30.000€ para el Premio LOEWE y a 12.000€ para el Premio LOEWE a la Creación Joven.

El día 14 de marzo, los galardonados participaron en una lectura de poemas organizada por la Fundación Loewe y la Casa de América, presentada por el poeta cubano Sergio García Zamora. El día 15, Diego Roel y Ernesto Delgado se trasladaron a Córdoba para una nueva lectura en la Fundación Antonio Gala.

Fotografías: Ernesto Delgado, Aurora Egido, Diego Roel, Antonio Colinas y Sheila Loewe. Aurora Egido y Ernesto Delgado. Diego Roel © Fundación Loewe, 2024.

Reiniel Pérez Ventura recibe el XXXV Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE

El pasado 22 de marzo celebramos en el Hotel Westin Palace de Madrid la entrega del XXXV Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE y la presentación del libro ganador –Las sílabas y el cuerpo– de Reiniel Pérez Ventura. Víctor García de la Concha ha presidido el Jurado formado por Gioconda Belli, Antonio Colinas, Aurora Egido, Margo Glantz, Juan Antonio González Iglesias, Carme Riera, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena y Orlando Mondragón, ganador de la anterior convocatoria, que distinguió el libro de Pérez Ventura entre los 1976 poemarios presentados. En esta edición, la FUNDACIÓN LOEWE ha contado con cinco seleccionadores de manuscritos de España y otros cinco de países americanos, cada uno de los cuales leyó 200 poemarios antes de pasar las treinta obras finalistas al Jurado.

Las palabras de bienvenida de Sheila Loewe, Presidenta de la FUNDACIÓN, sirvieron también de agradecimiento hacia Chus Visor por su continuo apoyo al Premio, además de destacar la asistencia al acto de Ida Vitale. “Desde que mi padre creara la Fundación y el Premio -explicó Sheila Loewe– siempre hubo un especial empeño en apoyar a los más jóvenes, y este año es la segunda vez en 35 ediciones que el ganador del Premio es menor de 30 años”, continuó. Reiniel Pérez Ventura, añadió ella, “tiene sólo 23 años, es el poeta más joven de todos los ganadores y es también la primera vez que el Premio LOEWE lo gana un poeta, hasta hoy, inédito”. Enrique Loewe, Presidente de Honor, alabó el trabajo del actual equipo de la FUNDACIÓN LOEWE y recordó una vida entera dedicada a la búsqueda de la belleza; en ello, afirmó “la poesía ha sido nuclear. Soy un poeta frustrado pero enamorado”.

Sergio García Zamora, poeta ganador joven de la edición de 2016, presentó Las sílabas y el cuerpo recordando las Cartas a un joven poeta en las que Rainer María Rilke aconsejaba a Franz Xaver Cappus: “No escribas poemas de amor”. Aún así, explica García Zamora, “como si de un reto se tratase, Reiniel Pérez Ventura ha escrito un estupendo poema de amor. Las sílabas y el cuerpo es un texto desde el amor y para el amor. El poeta, el hombre, marcha hacia un encuentro con el ser amado y ese encuentro es caída y ascenso a la vez. Ese encuentro es laberinto y salida del laberinto. Ese encuentro es herida y sanación de la herida. Nos dice el poeta, casi al final, que también es principio”. Una voz que García Zamora describe como “potente, renovadora, necesaria, la de este poeta cubano en ascenso”. Es heredero, afirmó, de la mejor lírica amorosa escrita en la isla y en todo el ámbito hispano sin pasar por alto, añadió, “las dos figuras tutelares de su quehacer poético: el Rilke de las Elegías y el Pesoa de las Odas marítimas”. Pérez Ventura, dijo, “es el joven poeta cubano con más ambición dentro del panorama de las letras nacionales y su empeño ya lo ubica más allá de los límites de la isla frente a una poesía documental, fáctica y realista en el sentido peyorativo. Frente a una poesía nacional que ya ha agotado su imaginario, este autor ha opuesto el orgullo y el abolengo de la imagen y el idioma, el retomar los grandes temas, porque una nueva época se abre a nuestros pies y debe traer ante nosotros lo que nos vuelve hondamente humanos. Prueba de ello son estos versos que cantan”.

Reiniel Pérez Ventura recogió el Premio con palabras de emoción y agradecimiento. “La poesía para mí ha sido siempre lo más importante porque ha sido mi vida, y he pretendido unir vida y poesía en lo que hago”. Tras mencionar especialmente a la FUNDACIÓN LOEWE, al Jurado y a la Editorial Visor, afirmó sentirse sorprendido por cómo “una idea, una semilla, logra convertirse en algo tan hermoso como un libro que uno puede tener en las manos, uno puede oler. Es inefable lo que siento ahora. En estos momentos está cantando conmigo José Martí, está cantando Emilio Ballagas, Gastón Baquero, Octavio Paz, Pablo Neruda… cuando uno está escribiendo, pretende ser uno con el cosmos, con el lenguaje a medida que lo va construyendo”. Es difícil, dijo Pérez Ventura, escribir sobre el amor, “pero no es tan difícil sentirlo”.

Fotografías: Reiniel Pérez Ventura agradece la entrega del Premio ante Sergio García Zamora. Reiniel Pérez Ventura con Chus Visor. Enrique y Sheila Loewe.

Raquel Vázquez, el sueño de soñar

Nos cuenta Raquel Vázquez (Lugo, 1990) la sorpresa que supuso para ella haber resultado galardonada con el Premio LOEWE de Poesía a la Creación Joven. “Pocas horas antes de la llamada telefónica, pensé fugazmente en el premio, en cuánto desearía ganarlo y lo improbable que sería”, recuerda. La composición del Jurado, el prestigio de la Editorial Visor y de la propia Fundación LOEWE la alentaban a presentarse, pero reconoce que no podía imaginar “la enorme repercusión que tendría y la cariñosa acogida posterior del libro”. Se reconoce “profundamente agradecida”.

Aunque los mapas –su poemario premiado, que también acaba de recibir el Premio El Ojo Crítico que concede Radio Nacional de España– esconde mucho de ella misma. Vázquez nos explica que para escribir “necesitamos nutrirnos de recuerdos, sueños, vivencias, conversaciones, lecturas… Lo que se cuenta en una página no tiene que haber sucedido, ni siquiera parcialmente, pero el punto de partida siempre va a ser una misma”. Para poder transmitir verdad y honestidad, añade, “es importante tener claro de dónde se parte, porque eso la persona que lee lo percibe, mientras que el porcentaje de realidad o ficción que haya es totalmente anecdótico”. Sin embargo, sí reconoce que en Aunque los mapas “hay una correlación entre la travesía personal que he vivido en los últimos años, de reflexión, de desencuentro y de búsqueda, y la que se propone a los lectores”.

La poeta no deja de emocionarse ante las reacciones de determinados miembros del Jurado ante su libro: “Que Gioconda Belli destaque la forma en que cierro los poemas o el hecho de que mi poesía sea accesible y depurada a la vez me parece algo maravilloso, porque son aspectos en los que tiendo a poner mi atención y que los haya visto una gran poeta como ella resulta para mí muy gratificante”, nos dice.

De entre los galardonados anteriores, elige La policía celeste, de su “apreciado y admirado” Ben Clark, como el libro al que más cercana se encuentra su escritura; también nombra He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes, de Basilio Sánchez, además de a Juan Antonio González Iglesias, Margo Glantz o la propia Belli como los poetas “que mas huella me han dejado”, afirma.

Raquel Vázquez está ya trabajando en un nuevo poemario. “Tiene algunos puntos en común con Aunque los mapas: por ejemplo, en él los espacios siguen desempeñando un papel importante. Pero, como siempre –explica la poeta– intento que suponga un paso más: en la indagación, en las posibilidades del lenguaje, tanto en la forma como el fondo”. Pero a Vázquez le gusta intercalar poesía y narrativa, por lo que también tiene entre manos un libro de relatos y planea retomar una novela que comenzó hace tiempo: “Creo que ha llegado el momento de sumergirme definitivamente en ella y terminarla”.

Asume con naturalidad el hecho de compartir el protagonismo de esta XXXII edición del Premio con otra mujer, la almeriense Aurora Luque. “Lo significativo –indica– es que hayan tenido que pasar treinta y dos ediciones para que ambas premiadas sean mujeres. O que el premio principal sólo haya recaído dos veces hasta la fecha en mujeres poetas, Cristina Peri Rossi y Aurora Luque”. Y, como si reflexionara en voz alta, añade: “El panorama poético actual en español es extremadamente diverso y rico, y en él destacan por igual hombres y mujeres. Por tanto, esperemos que se mantenga esta correspondencia entre los premios y el buen hacer poético”.

CÁRDENO

No siempre fue el futuro ese animal magullado.
¿Cuándo perdió las alas y la risa?
¡Cuándo se marchitó su ladrido de aliento?

Pesa la herida más que la esperanza.
Y no basta la espera.
Pero tal vez sí el bálsamo
de balbucir una palabra indemne.

Aunque en este desierto cueste tanto decirla.
Aunque las referencias hayan quedado atrás.

El sueño de soñar algún día lo ileso.

Por si las jacarandas
irrumpen como puntos cardinales.

Por si la vida todavía fuera
ese árbol triste en que lucha una flor.

Raquel Vázquez
Premio LOEWE a la Creación Joven 2019
Aunque los mapas

Fotografías: Raquel Vazquez © Eduardo Fraile. Aunque los mapas, Colección Visor de Poesía.

Diego Doncel y Mario Obrero, galardonados con el XXXIII Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE

De Malpartida (Cáceres), es Diego Doncel, ganador del XXXIII Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE. Su poemario La fragilidad ha sido seleccionado por un Jurado presidido por Víctor García de la Concha y formado por Gioconda Belli, Antonio Colinas, Aurora Egido, Margo Glantz, Juan Antonio González Iglesias, Carme Riera, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena y Aurora Luque. En esta edición, el Premio a la Creación Joven ha recaído en el madrileño Mario Obrero quien, a sus 17 años de edad y habiendo escrito el libro premiado a los 16, se convierte con Peachtree City en el galardonado más joven de la historia del Premio LOEWE.

Además, los 1.247 participantes de 36 países han supuesto un incremento del 19,3% en el número total de manuscritos enviados respecto al año anterior, lo que también convierte a la edición de 2020 en un Premio especialmente extendido, ya que un 25% de ellos provenían de Hispanoamérica. A partir de esta edición, la edad máxima para acceder al Premio a la Creación Joven alcanza los 33 años, tres más que antes.

De La fragilidad, el libro ganador, el Jurado ha afirmado que es “sólido y compacto, tanto en el fondo como en la forma”. Por su parte, el poeta Jaime Siles ha destacado la “madurez vital y expresiva” del poemario, explicando que “confiere una voz profunda con una cosmovisión personal singular y propia que expone una teoría de la vida y que humaniza su dicción al mostrarnos el espectáculo que la civilización actual rehúye y no quiere ver, el dolor y la muerte, y lo hace de una posición abierta a la solidaridad de la esperanza”. Añade, además: “No hay poema que falte ni que sobre”. Diego Doncel es poeta, novelista y articulista, y reside en Madrid. Galardonado con el Premio Adonais en 1990, así como el Premio Tiflos de la Fundación Telefónica y el Premio Diálogo de Culturas en 2015, su poesía ha sido traducida al inglés, francés, italiano, portugués y chino.

HACIA LA FELICIDAD

Oye, desde tu muerte, el rumor del jardín
en esta tarde de junio, las flores suspendidas
en las fotos de los turistas, la transparencia
de los brotes como el tejido transparente
que cubre las piernas de esa chica,
toda esta geometría de la fragilidad.

El verano está ebrio porque no ha dejado de beber
desde primeras horas de la mañana. Va feliz
por las mesas de los bares o picotea en el agua
de la fuente un rectángulo de luz.

No hay ninguna arruga en el océano, ninguna huella del tiempo,
solo una superficie lisa en la que flotan, ingrávidos,
los barcos y los bañistas. Una mujer con un bikini celeste
sale chorreando la materia color caramelo
del agua, y va a donde tiene amontonada su ropa.
La playa huele a crema bronceadora, a marihuana,
a la cerveza de la claridad. La vida muere en una ola
y nace en la ola que se aproxima.
No es posible ningún pensamiento, solo este acontecer
diáfano de los sentidos, esta suspensión del yo.
Tal vez te moriste para que el dolor me haya traído
de nuevo hasta aquí, para encontrar de esta forma la felicidad.

La calma que nunca tuve se tiende ahora
sobre las superficies de las toallas, la pasión vuelve a volar
como un pájaro marino por los cristales de unas gafas de sol.

Viví tan lleno de miedo que no tenía refugio,
temí y destruí lo que debía amar. La muerte ensucia
lo que más se quiere, como los perros y los insomnios.

Pero solo quien conoce el agua y la tierra
sabe que guardan el secreto de la germinación.

Las huellas están detenidas en la arena mirando el horizonte.
La brisa empieza a quitarle ya el polvo al océano
para que pronto luzcan las estrellas.

Los libros están en silencio bajo las sombrillas, esperando.

Todo espera porque entre tú y yo puede haber noche pero nunca muerte,
puede haber lejanía pero nunca ausencia.
Este trozo de mar me lo enseñaste tú.
La sabiduría nos lleva a la infancia.

Diego Doncel
Premio LOEWE 2020
La fragilidad

 

Mario Obrero comenzó a escribir poesía a los 7 años de edad. En 2018 recibió el Premio de Poesía Félix Grande con su libro Carpintería de armónicos y en 2019 publicó su segundo poemario, ilustrado por él mismo. Cursó 1º de Bachillerato en Peachtree City (Georgia, Estados Unidos) el año pasado y es alumno de  Humanidades en el IES La Senda, en Getafe.

La poeta Gioconda Belli, además de resaltar la extrema juventud de Mario Obrero, desvela “las imágenes inusuales” de Peachtree City y destaca su “aliento poético que retrata la multiplicidad cultural de la globalización” que consigue, “con ironía y destreza, un poemario sorprendente”.

(Sin título)

Cumplo dieciséis años con unas alpargatas de esparto y el sonido de las cosas escondidas
cumplo dieciséis años como quien apaga las tostadoras del paraíso cada mañana
como un nuevo padre que busca happy birthday en el traductor
las hogueras sobre mis sueños lejanos leen el horóscopo y dibujan caballos con su sangre
no pido grandes desfiles
cumplo dieciséis años pero tampoco es el Día Nacional del Guacamole
comeré cereales y tartas calientes y apio con crema de cacahuete
ataviado con chaleco de perejil y bajo el pestillo de las puertas siento a los pechos temblar
en montones de azúcar
cumplo dieciséis años y noto mi alma crujir como rodillas adolescentes
crezco y me veo tan dentro que los recolectores de azafrán repiten el pretérito imperfecto del verbo connaître
los poetas tienen una caja de lápices que abren cada atardecer mientras lloran en griego
bailo sobre una tierra y pronuncio lentamente mi nombre.

Mario Obrero
Premio LOEWE a la Creación Joven 2020
Peachtree City

La entrega de los galardones tendrá lugar en marzo de 2021 y los libros seleccionados serán publicados por la Editorial Visor.

Fotografías: Diego Doncel y Mario Obrero.

La voz femenina se impone en el XXXII Premio LOEWE de Poesía

Gavieras, de Aurora Luque (Almería, España, 1962) ha sido galardonado con el Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE, que en su XXXII edición ha contado con un Jurado presidido por Víctor García de la Concha y compuesto por Gioconda Belli, Antonio Colinas, Aurora Egido, Margo Glantz, Juan Antonio González Iglesias, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena y Basilio Sánchez, ganador de la edición anterior. Igualmente, el poemario Aunque los mapas, de Raquel Vázquez (Belmonte, Lugo, España, 1990) ha recibido el Premio a la Creación Joven de este año.

Sheila Loewe, Presidenta de la Fundación, ha dado a conocer hoy por la mañana los nombres de las ganadoras del certamen en presencia de ambas poetas y algunos miembros del Jurado en la tienda LOEWE de la calle Gran Vía, en Madrid. Las primeras palabras de Víctor García de la Concha, antes de proceder a la lectura del Acta del Jurado, fueron para Enrique Loewe, presente también en la tienda, con quien compartió la alegría cómplice de haber llevado juntos el Premio durante tantos años.

Gioconda Belli presentó el libro Aunque los mapas, de Raquel Vázquez, que recibió el Premio que reconoce a un autor menor de 30 años, explicando la unanimidad del Jurado en reconocer la madurez de la autora, quien en este poemario utiliza “un aliento poético capaz de crear, desde la intimidad, un mundo poblado de imágenes que deslumbran por su originalidad y su hondura. Un mundo que habla de encuentros y pérdidas sin sentimentalismos”. Una poesía, indicó “accesible y depurada a la vez” en la que el Jurado supo reconocer unos finales “con imágenes rotundas y poderosas, como una bailarina que sabe exactamente el movimiento para que su imagen quede vibrando en la memoria cuando termina la música”. Añadió Belli su alegría al comprobar la supervivencia, entre la juventud española, “del hálito de la tradición de la gran poesía de este país, que ha vibrado por siglos”.

Raquel Vázquez, llena de agradecimientos, encontró “difícil acertar a decir cuánto me supone estar aquí en este momento, por el Premio y por el hecho de que Aunque los mapas vaya a ser publicado -y de tan magnífica forma- pero también por esta alegría compartida que de repente crea esa ilusión efímera, frágil, casi precaria, de que todo está bien; sentir eso es, ya en sí mismo, un regalo”.

HIROSHIMA

El tiempo en Hiroshima avanza en bicicleta.
Cíclicamente en los parques florecen
rosas y rayos gamma.
Un niño pedalea a lo largo del Ôta
con barba encanecida.
Otro juega al balón, no teme aún al cielo.
Una anciana recuerda la seda del yukata
derramada en las manos de su madre.
Febrilmente una joven hace el cómputo
de camisas radiactivas, palomas
blancas ante su ingreso por primera
vez en un hospital.
Un peatón se detiene.
Está azul el semáforo.  Entrecierra
los ojos para ver, cree ver.  Avanza.
Cruza un pájaro la rueda del sol
sin saber de los tarde.
Sin saber del dolor o de los nunca.
La bomba atómica sigue cayendo.
Sólo vemos la luz,
no cómo nos quemamos.

Raquel Vázquez
Aunque los mapas
XXXII Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE a la Creación Joven

Por su parte, el poeta Juan Antonio González Iglesias presentó Gavieras, el libro ganador de este año: “El nombre del Premio LOEWE honra a todos los que lo hemos ganado, pero creo que puedo decir que el nombre de Aurora Luque honra también al Premio. Fue una sorpresa agradable para todos nosotros confirmar que teníamos a una de las grandes de nuestra poesía en esta nómina, que ya es excelente”. El libro de Luque, explicó González Iglesias, pone “en femenino y en plural un sustantivo un poco raro en la tradicional española que ofrece una perspectiva que podría ser histórica porque trata de muchas mujeres, cuyas líneas sumadas dibujan el autorretrato de la poeta. Lo femenino y lo plural es algo que valoramos mucho a la hora de conceder el Premio”. Señaló también ”el aliento humanista” que trata de la “condición de la mujer y por ello de la condición humana, de todos nosotros. Figuras de mujer que arrancan en la antigüedad grecorromana y llegan hasta la cultura urbana, la posmoderna, la pop. Empieza por Safo, con elementos sencillos de las culturas antiguas que a veces olvidamos”. Destaca el poeta en el libro ganador también a Joaquín Sabina o a Polanski, en lo que reconoce “casi una defensa de la cultura urbana y el ocio”. Aurora Luque agradeció el Premio y se mostró feliz de formar parte del elenco de este galardón, destacando un Jurado “lleno de gente que admiro profundamente, y es la razón primera por la que una apuesta por este Premio; espero que LOEWE siga apoyando por siglos y siglos la poesía”. Explicó Luque que mientras escribía algunos de los poemas del libro ganador, preparaba una nueva edición de su traducción de poemas de Safo, bastante renovada por la aparición de papiros nuevos y precisamente ese reencuentro con Safo se tradujo en uno de los poemas protagonistas del libro.

HABLO A SAFO

Ven en mi ayuda, Safo,
¿me traes unas alas? Dos juegos:
Unas para mi espalda
-¿Se clavan? ¿Me harán daño?-
y unas leves de abeja
para cada palabra.
Trae miel de la tuya, de la amarga.
Esas cosas antiguas
-miel, sandalias, frescor,
las alfombras marinas de la luna
que esconden a la muerte deseante,
aletazos violentos que ponen a saltar,
como pez en la arena, al corazón,
una ambición de voluptuosidades.
Paladear recuerdos
o lamer una piel que ha regresado
de gozar la negrura de las olas,
miel recién fabricada,
hierbas para acostarse a mediodía,
rosas sin hibridar.
No nos son tan ajenos tus objetos.
Sólo hay que detenerse.
Pedírtelos.
Apartar tanto ruido.
Pues nos falta muy poco
para estar muertas.
Tráeme, Safo, alas,
alas, alas, frescor,
silencio, brazos,
alas.

Aurora Luque
Gavieras
XXXII Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE

 La entrega de Premios y presentación de los libros ganadores publicados en la Colección Visor de Poesía se celebrará el próximo mes de marzo, en Madrid.

Fotografías: Aurora Luque y Raquel Vázquez en la tienda LOEWE de Gran Vía. Jurado del XXXII Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE © FUNDACIÓN LOEWE, 2019.

Amigos en torno a la poesía de Basilio Sánchez

La entrega del XXXI Premio Internacional de Poesía Fundación LOEWE y la presentación del libro ganador en el Hotel Westin Palace de Madrid ha reunido, una vez más, a un buen número de personalidades del mundo de la cultura, la moda o las letras. Entre tantos rostros conocidos, el poeta Basilio Sánchez, ganador del certamen, fue el gran protagonista del evento.
Sheila Loewe, Presidenta de la Fundación LOEWE, ofreció una muy calurosa bienvenida a lo que “sigue siendo un encuentro de amigos en torno a la poesía”. Enrique Loewe, Presidente de Honor de la Fundación, tuvo unas emocionadas palabras en recuerdo de Carmen Alborch y a Elio Berhanyer mientras echaba la vista atrás a una iniciativa cultural que, tras 31 ediciones, dijo, “sigue viento en popa”.

Tras la entrega del Premio, Antonio Colinas presentó el libro ganador: He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes. Un título, dijo Colinas “que tiende a lo surreal, al irracionalismo, precisamente en una obra que está llena de simplicidad, de sencillez,  de una pureza extremadamente decantada”. Colinas quiso señalar una de las virtudes del Premio LOEWE: su fidelidad a varias estéticas. ”No ha sido un premio monocorde con sentido exclusivo, sino que en la mayoría de los libros premiados ha habido tantas poéticas como obras”. Así, añadió, la colección de libros distinguidos y publicados a  lo largo de estos 31 años forman “la crónica, la síntesis de la poesía en español de estas tres últimas décadas”. Mencionó también “el sentido abierto” de la Editorial Visor, que acoge desde el nacimiento del Premio a todos los libros galardonados en su Colección de Poesía proporcionando “una gran proyección en la América Hispana, ese mundo que no debemos olvidar nunca, y que suele estar también presente en el Premio”.

En Sánchez, dijo Colinas, se premia “a un autor de obra ya consolidad, pero a la vez un tanto secreta” por su personalidad alejada de los tradicionales circuitos literarios influyentes, y recordó su otra vocación -la médica- que proporciona a su poesía “un humanismo que late en casi todos sus libros”. Definió éste como un poemario profundo “que reclama la relectura” porque más allá de su gran pureza formal “el lector siente que debe descubrir lo que hay detrás”. Un libro, añadió, “necesario, porque nada tiene que ver con esa poesía de cierto simplismo sentimental que hoy tiende a propagarse con mucho éxito”. Alabó, finalmente, la fidelidad de Basilio Sánchez a su personal voz poética, “a la que sigue sometiendo a pruebas en cada libro, superando las influencias y olvidándose de los cantos de sirena que a veces surgen en el mundo literario”. En él, explicó Colinas, “tenemos a un poeta”.

Basilio Sánchez agradeció a Colinas “la lectura atenta y sumamente generosa” de sus poemas y al Jurado -entre quienes, dijo, se encuentran muchos de sus referentes literarios- por haberle concedido un Premio que no quiere interpretar como un “reconocimiento a la calidad de la escritura, a la mayor o menor fortuna de sus versos, sino al espíritu que lo alienta, al estilo humanista que lo impulsa, a esa confianza apasionada con la que busca sobreponerse al agotamiento y desengaño de nuestra época”.  Reconoció el esfuerzo de la Fundación LOEWE por “promover y preservar este importante certamen literario que es capaz de generar, en medio de la confusión e incertidumbre de nuestro tiempo, un espacio moral para la poesía, la más humilde pero también la más necesaria de las manifestaciones del espíritu”. Tuvo también palabras de agradecimiento para los asistentes, sus familiares y amigos, y muy especialmente para su mujer y sus hijos, a quienes está dedicado el libro. Habló finalmente Sánchez de la pintura -obra de su padre- que ilustra la portada del libro, relacionándola directamente con sus versos. “Es un libro de meditación -añadió- pero también el libro de campo de un  naturalista; el libro de alguien que hace de las palabras su manera de ser, que a través de la poesía y de las imágenes que el lenguaje consigue suscitar, se interroga sobre el lugar en el que vive y su manera de relacionarse con él. La poesía del que sabe que no hay nada más hermoso que dejarse convencer por la noche de que todo es eterno”.

El día 19 de marzo a las 19,30h Basilio Sánchez ofrecerá una lectura de poemas de su libro ganador en el Instituto Cervantes de Madrid.

Fotografías: Sheila Loewe, Basilio Sánchez y Antonio Colinas. Enrique Loewe, durante su discurso. Basilio Sánchez frente a sus versos. Chus Visor, Manuela Carmena y Lourdes Garzón © Álvaro Tomé para la Fundación Loewe, 2019.

Basilio Sánchez, ganador del XXXI Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe

He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes, de Basilio Sánchez (Cáceres, España, 1958) ha sido galardonado con el Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE, que en su XXXI edición ha contado con un Jurado presidido por Víctor García de la Concha y compuesto por Piedad Bonnett, Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Ben Clark, Antonio Colinas, Soledad Puértolas, Aurora Egido, Jaime Siles y Luis Antonio de Villena. Por otra parte, el Premio a la Creación Joven ha sido declarado desierto. Este año se presentaron 868 participantes de 34 países, de los que un 20% provenían de Hispanoamérica. 

Hoy por la mañana, en la tienda LOEWE de la madrileña calle de Gran Vía, se ha dado a conocer el nombre del ganador de este año en presencia de Enrique Loewe, Sheila Loewe -Presidenta de la Fundación-, algunos de los miembros del Jurado y también ganadores de anteriores ediciones.  Tras las palabras de bienvenida de Sheila Loewe,  Víctor García de la Concha dio a conocer el fallo del Jurado, cuya acta destaca “la indagación y valoración de la tradición clásica, buscando nuevos registros, sonidos y significados” del libro. A continuación, la poeta Piedad Bonnett presentó el libro ganador y admitió que “no fue fácil este año escoger el Premio LOEWE de poesía pues muchos de los libros finalistas tenían méritos suficientes para obtenerlo”. Finalmente, explicó, los miembros del Jurado se inclinaron por He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes, por su “gran unidad y consistencia que con aliento místico nos invita a reencontrarnos con el mundo de lo natural”. El poemario, añadió Bonnett, “parte de una mirada contemplativa que se detiene en la unidad de lo pequeño, en sus fulgores y revelaciones, pero que también exalta el misterio del origen de lo inmenso y la labor tesonera del poeta, que no es un iluminado sino un artesano de la palabra”. La austeridad que el poeta busca, insistió la escritora colombiana, “no está exenta sin embargo de sensualidad, de imágenes teñidas de colores, sonidos, sensaciones” y añadió que este libro “reafirma la poesía como un acto de fe”.  

Tras estas palabras, el poeta ganador, Basilio Sánchez, se mostró agradecido al Jurado y a la FUNDACIÓN LOEWE, y “muy feliz por el reconocimiento a un libro en el que he invertido un par de años y en el que se recoge lo más esencial de la literatura que he venido haciendo”. También admitió sentirse satisfecho porque este Premio pone de manifiesto que se valora “una forma de entender la poesía íntimamente ligada al concepto humanista de la persona y de la existencia, y que se está defendiendo un tipo de poesía en el que la tradición queda respetada y unificada”. Una poesía, la que escribe Sánchez, que “está al final de una cuerda larga que viene de años”, añadió. “Me siento muy orgulloso de haber sido uno más de los eslabones de esta cadena y de haber aprendido de muchos de los poetas que están sentados hoy delante de mí, a los que considero directamente mis maestros”. El autor definió su poemario como “un libro de meditación, el breviario de un contemplativo”. Es, dijo Basilio Sánchez, “el libro de alguien que hace de las palabras su manera de ser y que a través de la poesía y de las imágenes que las palabras consiguen suscitar, se interroga sobre el mundo que le rodea y su manera de relacionarse con él. Alguien consciente de que vive en una sociedad enormemente pulcra en lo material pero enormemente pobre en lo espiritual; alguien, sin embargo que, asumiendo  que se ha quedado fuera del convite del mundo, que sentado en silencio ante la tumba de las cosas que podrían haber sido, no renuncia al regalo de lo inmenso”. De quien sabe, añadió “que no hay nada más hermoso que dejarse convencer por la noche de que todo es eterno”. 

AMO lo que se hace lentamente,
lo que exige atención,
lo que demanda esfuerzo.

 Amo la austeridad de los que escriben
como el que excava en un pozo
o repara el esmalte de una taza. 

Mi habla es un murmullo,
una simple presencia que en la noche,
en las proximidades del vacío,
se impone por sí sola contra el miedo,
contra la soledad que nos revela
lo pequeños que somos. 

El poeta no ha elegido el futuro.
El poeta ha elegido descalzarse en el umbral del desierto.

Basilio Sánchez
Premio LOEWE 2018
He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes

La entrega del Premio y la presentación del libro, que será publicado por la Editorial Visor, tendrá lugar el próximo mes de marzo.

Fotografías: Basilio Sánchez, ganador del XXXI Premio Internacional de Poesía Fundación LOEWE. Momento de deliberación del Jurado. Jurado del Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE junto a Enrique Loewe, Sheila Loewe y Chus Visor © Álvaro Tomé para Fundación LOEWE, 2018.

POESÍA eres tú

Resuenan las celebraciones del XXX Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe y las letras siguen siendo protagonistas. Con motivo de las tres décadas de vida del Premio, el pasado día 21 de marzo -Día Internacional de la Poesía- se estrenó el documental Poesía eres tú, que puede verse a través de la página web de LOEWE; se trata de una producción de Dadá Films & Entertainment, dirigida por Charlie Arnaiz y Alberto Ortega. El histórico Cine Doré de Madrid acogió el día anterior una primera proyección, seguida por una breve lectura de poemas por parte de Ben Clark y Luciana Reif, ganadores de esta última edición del Premio LOEWE.

POESÍA eres tú recoge -en poco más de media hora de duración- las voces de los miembros del jurado y del brillante palmarés histórico del Premio LOEWE, con sus distintas corrientes y estéticas; también aparecen poetas de ambas orillas del Atlántico, además de jóvenes talentos que reflejan lo más actual de la poesía de hoy y despegan a través de nuevos soportes, ofreciendo así una visión plural y contemporánea de la poesía en lengua española, que aquí aparece como un género en constante evolución.

La voces de Enrique Loewe Lynch -Presidente de Honor de la Fundación-, Sheila Loewe – Presidenta de la Fundación-, el editor Chus Visor y personajes de referencia en la historia del Premio LOEWE y de la poesía en español, como Víctor García de la Concha, Piedad Bonnett, José Manuel Caballero Bonald o Jaime Siles, entre otros, construyen un crisol elocuente en torno a un género, el de la poesía, por el que la FUNDACIÓN LOEWE apostó hace tres décadas, y que hoy sigue colocado en lo más alto de la cultura y las letras.

Coincidiendo también con el aniversario del Premio LOEWE, Luis Antonio de Villena -poeta y miembro del Jurado- ha preparado una antología de poemas titulada Mareas del mar que, editada por Visor, recoge una selección de los libros ganadores del Premio a lo largo de estos treinta años. El autor de esta selección recoge también anécdotas y recuerdos de las tres décadas del Premio, detallando los rasgos de cada premiado, en el prólogo titulado “XXX años del Premio LOEWE: Modernidad, tradición y avance”. La portada elegida para este volumen, La gran ola de Kanagawa, de Katsushika Hokusai, se ofrece como metáfora de la diversidad de las olas del mar que llegan, como el mismo Premio LOEWE, periódicamente a la orilla.

Puede ver el documental POESÍA eres tú pinchando aquí.

Fotografías: Proyección de Poesía eres tú en el Cine Doré © Alvaro Tomé para FUNDACIÓN LOEWE, 2018. Portada de Mareas del mar © Editorial Visor, 2018. Imagen: La gran ola de Kanagawa, de Katsushika Hokusai.

Ben Clark y Luciana Reif, ganadores del XXX Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE

La policía celeste, de Ben Clark (Ibiza, España, 1984), ha sido galardonado con el XXX Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE. El Jurado, presidido por Víctor García de la Concha, y formado por Piedad Bonnett, Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Antonio Colinas, Soledad Puértolas, José Ramón Ripoll, Jaime Siles y Luis Antonio de Villena, remarcó la sencillez y transparencia del libro; el poemario, añade el acta del Jurado, “está lleno de anécdotas, pero esas anécdotas no son en blanco y negro, sino que el autor las trasciende y las enriquece”. Por otra parte, Un hogar fuera de mí de Luciana Reif (Buenos Aires, Argentina, 1990) ha sido distinguido con el Premio a la Creación Joven para un autor menor de 30 años; el Jurado ha destacado la visión femenina que este libro ofrece de la realidad, abarcando “desde el feminismo militante a la crítica del machismo social”. Además, ha subrayado el “coloquialismo argentino indagador y fresco” que incorpora.

Durante su presentación a la prensa el martes 31 de octubre en la tienda LOEWE de la madrileña calle de Gran Vía, Sheila Loewe, Presidenta de la FUNDACIÓN LOEWE, tuvo unas calurosas palabras de bienvenida y recuerdo a la trayectoria del Premio. Víctor García de la Concha leyó el acta del Fallo del Jurado evocando previamente las tres décadas de historia con los que ya cuenta el certamen, y destacando la importancia y relevancia de cada una de las obras premiadas durante estos años.

Luis Antonio de Villena, presentando Un hogar fuera de mí, afirmó que se trata de un poemario “sencillo y complejo” y alabó la voz de la argentina por la reivindicación de “su condición de mujer libre pero sin hacer de ello una bandera”. A partir de un “lenguaje coloquial pero pulido”, Un hogar fuera de mí desemboca en lo que Villena define como “estilo medido” con un registro coloquial muy bien estructurado ya que no se basa en la mera repetición de las formas corrientes, sino que alcanza “el lenguaje del arte”.

HOMBRES COMO MI PADRE

Hombres como mi padre,
mi abuelo,
mis novios,
mis hermanos,
vi sus cabezas llenas de grandes ideas
como un plato de comida que rebalsa,
lustré desde chica esos cráneos,
soy el placebo de tranquilidad
con el que después brillan fuera de casa.

¿Para eso caí en este mundo?

Luciana Reif
Premio LOEWE a la Creación Joven 2017
Un hogar fuera de mí

Por su parte, el poeta Jaime Siles comenzó su presentación del libro ganador –La policía celeste– con cierto pudor, dijo, “porque es un libro muy íntimo. Es un libro de amor, de un amor fundamentalmente filial”. Siles elogió las evocaciones escondidas a la Eneida de Virgilio, al existencialismo, a Vallejo, a los astrónomos, las referencias musicales o cómo la obra evita ser historicista a pesar de estar claramente enmarcada en el tiempo y destacó que el libro de Clark está “muy bien construido desde el punto de vista rítmico-sintáctico y presenta un manejo maravilloso del encabalgamiento”. Un libro hecho “desde dentro” y, en definitiva, “regido por el amor a la poesía”. La policía celeste, explicó, “es rítmicamente perfecto, porque el ritmo que lo aúna y lo articula no es el ritmo de la métrica, sino el ritmo de la emoción, de la conciencia y del corazón”.

CAFÉ MACHADO

En cada error existe una verdad.
El corazón enfermo de mi padre
no debe estimularse con café.
Pero no se resigna.
Su vida nunca fue descafeinada
ni sin alcohol. Un poco es algo,
dice, y por eso pide
siempre café Machado. Es manchado,
corrijo. Un café manchado, dice.
Y de pronto me siento un asesino.

Ben Clark
Premio LOEWE 2017
La policía celeste

El Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE se convoca anualmente con el anhelo de incentivar la creación poética en lengua castellana. El Premio, que elige una obra inédita de al menos 300 versos, también galardona a otro poeta que no haya cumplido los 30 años si el ganador del Premio Loewe ha sobrepasado esa edad. Además, la Colección Visor de Poesía acoge la publicación de ambas obras. En esta edición, en la que han quedado 29 obras finalistas, se han presentado un total de 706 manuscritos procedentes de 32 países; un 19% de ellos ha llegado desde naciones hispanoamericanas, encabezadas por México, Argentina y Colombia como los países con mayor participación. Madrid, Valencia, Barcelona y Sevilla han sido las provincias españolas más representadas entre los poetas españoles.

La presentación de los libros y la entrega de galardones a los premiados tendrán lugar el próximo mes de marzo.

Fotografías: Luis Antonio de Villena, Víctor García de la Concha, Jaime Siles y Sheila Loewe © Álvaro Tomé para Fundación Loewe, 2017. Luciana Reif. Ben Clark © Vicent Marí. Antonio Colinas, Jaime Siles, Chus Visor, Sheila Loewe, Enrique Loewe, Soledad Puértolas, José Ramón Ripoll, José Manuel Caballero Bonald, Luis Antonio de Villena, Piedad Bonnett, Víctor García de la Concha y Francisco Brines © Álvaro Tomé para Fundación Loewe, 2017.

Sabiduría y belleza en la entrega del XXIX Premio Loewe de Poesía

La FUNDACIÓN LOEWE ha vuelto a reunir en el Hotel Palace de Madrid a un nutrido grupo de representantes de la cultura en la ceremonia de entrega de su Premio Internacional de Poesía y la presentación de los libros galardonados. Fiesta y celebración en un ambiente que alterna la emoción de los ganadores con la alegría de celebrar una nueva edición de este Premio.

Sheila&ganadoresXXIXLoewe

«Cuando estamos bordeando los treinta años de vida», dijo en las presentaciones Enrique Loewe, Presidente de Honor de la Fundación, «recuerdo la ilusión y el temor del inicio de este camino. Creíamos que teníamos una misión, que acercarse a la belleza merecía la pena y que eso supondría un beneficio para todos, pero principalmente para LOEWE, porque nos haría más buenos y más importantes, aunque en realidad a quienes queríamos hacer más importantes, era a los poetas». Acompañado de su hija Sheila Loewe, Presidenta de la FUNDACIÓN LOEWE, quien dio la bienvenida al acto, Enrique Loewe recordaba que su mayor ilusión era pensar «que este Premio tendrá otros 30 años de vida por delante».

Sergio&CaballeroBonaldEl frío de vivir de Sergio García Zamora, galardonado con el Premio LOEWE a la Creación Joven, fue presentado por el poeta –como él, cubano– Víctor Rodríguez Núñez, ganador del Premio LOEWE la pasada edición, quien alabó «la particular manera de percibir el mundo» del joven y «su dominio del poema, tanto en prosa como en verso». Una poesía, dijo el anterior ganador, «muscular, a veces ósea», reflejo de lo que llaman «generación 0» de la que el joven forma parte. Un poeta, explicó Rodríguez Núñez, a quien pudo visitar «en su humilde hogar en Santa Clara» y que vive «sin acceso a internet y con limitaciones para viajar», lo que demuestra «una inmensa voluntad de decir lo suyo que pone en evidencia la fabulosa resistencia de la familia cubana».

La lengua de los otros, de José Ramón Ripoll, galardonado con el XXIX Premio LOEWE de Poesía, fue presentado por el poeta José Manuel Caballero Bonald. «Un libro interiorizado con reflexiones celebradas en torno al ser y al existir», dijo Caballero Bonald, que muestra «un rasgo de luminosa lucidez» por parte de Ripoll quien además, «se conoce mejor a medida que ahonda en lo vivido». Caballero Bonald hizo también hincapié en el extraordinario «significado estético del silencio» que Ripoll aporta a sus poemas. El galardonado, por su parte, agradeció las «sabias palabras» de su maestro, que se acercan a «la raíz de la poesía porque tocan su propia sustancia».

RipollXXIXLoewe

Una lectura de los poemarios ganadores, que ya forman parte de la Colección Visor de Poesía, tendrá lugar el próximo lunes día 27 de marzo, a las 19,30h, en la Casa de América de Madrid. Abierto al público.

Fotografías: Sergio García Zamora, Sheila Loewe y José Ramón Ripoll, Sergio García Zamora con José Manuel Caballero Bonald, y José Ramón Ripoll © Álvaro Tomé para FUNDACIÓN LOEWE, 2017.