Las funciones de Don Quijote por el American Ballet Theatre (ABT) habían levantado expectación entre el entendido público del Gran Teatre del Liceu. El prometedor elenco de bailarines que interpreta los personajes principales de la obra compuesta por Minkus y la conocida puesta en escena de Santo Loquasto son dos alicientes importantes para no perderse estas actuaciones.
La versión que presenta ABT en Barcelona, como parte de los espectáculos de danza patrocinados por la Fundación Loewe, es un montaje llevado a cabo por el actual director artístico de la compañía, Kevin McKenzie y por Susan Jones, una de sus maestras de ballet, que guarda similitudes con la ya célebre de Mikhail Baryshnikov, estrenada por ABT en 1980. Basándose en la revisión que Alexander Gorski hizo del original de Marius Petipa, esta historia de amor basada en un célebre capítulo -el de las bodas de Camacho- de la novela de Cervantes, se ha convertido en una obra de culto entre el público de ballet, casi siempre ávido del virtuosismo acrobático que sus escenas, variaciones y pasos a dos, nos ofrecen.
Para añadir curiosidad a estas actuaciones, las inesperadas ausencias por lesión de algunos de sus Bailarines Principales, Hernan Cornejo y Marcelo Gomes, han provocado cambios súbitos en los elencos que ahora nos ofrecen las parejas formadas por Xiomara Reyes con Cory Stearns o Paloma Herrera con James Whiteside. Natalia Osipova, Ivan Vasiliev, Polina Semionova o Daniil Simkin son algunos de los nombres que enriquecen un cartel que los amantes de la danza no quieren perderse.