Como ya sabéis, acabamos de convocar el XVI Concurso de Piano Intanta Cristina. Hoy entrevistamos a Mario Mora y Diego Catalán, Primer y Segundo Premio, respectivamente, en la categoría de Jóvenes Concertistas en la última edición.
MARIO MORA
Diego Catalán
1 ¿Cómo comenzó vuestra relación con la música? ¿Cuándo supisteis que queríais dedicaros profesionalmente a la música?
Mario: En mí empezó de forma muy natural. Era uno más de los juegos que tenía cuando salía del cole. No sé exactamente el momento en que decidí dedicarme a ella profesionalmente. Más o menos, a los 14 ó 15 años, porque cada vez amas más y más la música y es algo que nunca para de crecer.
Diego: Mi relación con la música empezó con unos cubos de pintura de mi tío. Al principio quería estudiar percusión, pero no había disponibilidad de ese instrumento en la escuela musical y como segunda opción, elegí piano y poco a poco me ha ido atrayendo más y más hasta el día de hoy. Supongo que, como en todos los campos, cuanto más conoces algo, más te gusta, más te das cuenta de lo poco que sabes, y más quieres investigar y aprender; por ello, de momento intento disfrutar del privilegio de poder estudiar algo que me apasiona y disfruto con ello.
2. Los dos habéis tenido el mismo profesor en el Conservatorio. ¿Qué habéis aprendido de José María Martínez Toledo?
M: Todo. La primera etapa de un pianista es la fundamental. Es cuando “la planta empieza a crecer”, y es donde se decide si crece recta o torcida Y él siempre ha sabido darnos los conocimientos exactos en los momentos exactos. Además, no ha sido sólo un profesor de piano para nosotros, ya que nos ha formado tanto profesional como personalmente.
D: Ha sido mi profesor durante todo mi crecimiento pianístico y personal. Creo que hoy soy como soy (en lo bueno y en lo malo) por la educación de mis padres y por la de José María. Con él he aprendido la mayoría de las cosas que sé.
3. ¿Recordáis la primera vez que participasteis en un concurso? ¿Cómo fue la experiencia? ¿Pueden ser útiles para un joven los concursos aunque no se ganen?
M: Fue con 9 años en Cuenca. Recuerdo el momento, pero quizá yo no era consciente de que era un concurso. Tocaba cuando me decían y donde me decían, y al final acabé de la mejor manera. Los concursos, si se saben tratar, siempre son útiles. Tocas para gente entendida que te da consejo, escuchas a otros pianistas de tu edad que tienen, quizá, los mismos objetivos que tú, y tu nombre suena por ahí. Ahora mismo no veo otra forma de moverse y promocionarse, por lo que recomiendo que los jóvenes se animen a este tipo de eventos, sin olvidar que la parte competitiva no es la más importante.
D: Mi primer concurso fue en Segovia. Lo recuerdo gratamente ya que fuimos varios compañeros de Cuenca. Fue como una excursión. Pasamos un fin de semana magnífico y además nos dieron algunos premios. Creo que los concursos son una buena forma de poder tocar delante de gente diferente, ya que en la actualidad es difícil tener oportunidades de dar conciertos. Es necesario para coger confianza en el escenario; además te ofrece la oportunidad de conocer y de que te conozcan personas importantes dentro de la música que te pueden aconsejar, conoces muchas ciudades y te das cuenta del nivel que existe fuera de tu pequeña ciudad (en nuestro caso). Ganar o no ganar no importa, porque la música no es una ciencia exacta y no es tan fácil escoger quién es el mejor; quiero decir, muchas veces no me gustaría estar en la piel del Jurado, ya que tiene que ser bastante difícil.
4. ¿Por qué creéis que el Jurado del Premio Infanta Cristina decidió otorgaros los premios?
M: Es algo que sólo saben ellos. Yo creo que un jurado busca lo diferente y lo personal, ya que el nivel es alto en todos los participantes. Supongo que vería en nosotros algo diferente.
D: Es difícil hablar de las posibles virtudes que vieron en mí. Sería mucho más fácil hablar de las de mis compañeros, pero supongo que ese día se me dio “medio bien” y algo les transmití cuando toqué. Y en cuanto a Mario, porque en su interpretación se vislumbró un fugaz rayo de su personalidad; como pianista no tengo conocimientos suficientes para hablar pero como persona y AMIGO creo que ha alcanzado un nivel muy elevado.
5. Habéis participado en el Concurso, a lo largo de estos años pasados, en sus distintas categorías (Infantil, Juvenil y Jóvenes Concertistas) y acudido a los Encuentros para Jóvenes Pianistas que se organizan para los más destacados entre los más jóvenes ¿Qué han supuesto el Concurso Infanta Cristina y los Encuentros en vuestra carrera?
M: El Concurso Infanta Cristina es mucho más que un concurso. Los encuentros te forman musicalmente, y en ellos encuentras a gente como tú con la que compartir un fin de semana lleno de música y de vida. Son tres días que siempre quedan grabados en tu memoria, y es sin duda, una de las mejores iniciativas que he visto nunca en ningún concurso.
D: De la categoría infantil, recuerdo el primer Encuentro que se realizó. Iba algo desconcertado por lo que ocurriría pero luego discurrió el fin de semana muy veloz ya que la organización era espléndida y no dejaban tiempo para el aburrimiento. Aprendí mucho no sólo a nivel pianístico. Tampoco se me olvidará el viaje a Hamburgo [al Concurso Steinway, por ganar el Primer Premio Juvenil en 2008] que fue a-l-u-c-i-n-a-n-t-e, la semana en Córdoba junto con los participantes en el curso de Lucena… Resumiendo: el Concurso Infanta Cristina ha supuesto abrirme los ojos hacia campos que tenía muy escondidos dentro de la música, ese universo que no es muy conocido y que es tan apasionante; y la oportunidad de conocer a centenares de compañeros pianistas de procedencias tan distintas.
6. El Premio Infanta Cristina incluye conciertos por toda España. ¿Cómo habéis vivido la experiencia?
M: Para mí ha sido un año increíble. No hay mejor premio que poder vivir, desde nuestra perspectiva, lo que se acerca a una vida de concertista. Es algo que me apasiona y por lo que lucho, y de estos conciertos he aprendido mucho en todos los sentidos.
D: Durante dos semanas, tuve concierto cada día en un sitio distinto y fue muy bonito conocer tantos lugares tan diferentes y cercanos a la vez. En esos días, al principio me agobié un poco por miedo a lo que se me venía encima, pero una vez que empecé me centré en disfrutar de la experiencia y tengo muy buenos recuerdos de los conciertos y viajes.
7. ¿Cuál es vuestro próximo reto a corto plazo? Y a largo plazo, ¿Cómo os veis dentro de unos años?
M: Para conseguir un reto a largo plazo, es necesario ponerse retos a corto plazo. Mi objetivo es vivir de la música, y quizá a un instrumentista siempre le gustaría ser eso: instrumentista. Ser pianista y vivir de ello sería mi sueño, pero amo la música y me encantaría vivir rodeado de ella, fuese como fuese. A través de pequeños retos como concursos, audiciones y conciertos, hay que intentar ir creciendo para acercarse al objetivo más grande.
D: A corto plazo, lo primero que se me ha pasado por la cabeza es aprovechar cada minuto que paso con mi actual profesora, Elena Orobio, ya que cada día me sorprende con algo diferente, me saca una sonrisa junto con las ganas de trabajar y de investigar mundos nuevos, sonidos nuevos, experiencias distintas cada día. Por otro lado necesito mejorar bastante mi nivel en los idiomas. ¡Sería un buen propósito de Año Nuevo! E intento no pensar demasiado a largo plazo, pero me gustaría obviamente seguir descubriendo cosas nuevas dentro de la música.
8. Mi última pregunta: Acabamos de convocar las bases de la XVI edición del Concurso Infanta Cristina. ¿Qué consejos les daríais a los nuevos participantes?
M: Que se animen y participen. Es un concurso con una organización increíble, y se van a sentir arropados en todo momento. Ganen o no, conocerán a muchísima gente que no será la última vez que vean, y la experiencia sería absolutamente inolvidable.
D: Principalmente que no disputen, que disfruten de la experiencia. Que no se cierren en su propio mundo, en su interpretación. Que conozcan a sus compañeros y a quienes llevan la organización, ya que creo que se aprende mucho más de esa manera. Todo para que, cuando unos años después te hagan una entrevista y te pregunten sobre el Concurso Infanta Cristina, siempre lo recuerdes con una sonrisa.
FOTOS: ARCHIVO FUNDACIÓN LOEWE