«Loewe se atreve a honrar lo que no es moda, ni pasa de moda». Reconocimiento, gratitud y respeto por la literatura en su máxima expresión, destilaban las palabras del poeta chileno Óscar Hahn (Iquique, 1938) al recoger su galardón.
El XXVII Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe hizo público el Fallo del Jurado el pasado noviembre.
Meses después, con los poemarios publicados por la Editorial Visor, los ganadores se han encontrado con el Jurado y una selección de invitados relacionados con la literatura, la moda, el diseño y todas las ramas artísticas que vertebran la actividad cultural de la Fundación Loewe. El Hotel Westin Palace, como cada año, acoge la gran fiesta de la lírica.
La intervención de Hahn fue un canto a la valentía y la constancia de la Fundación Loewe en su apoyo a la poesía, definiéndola como «una forma superior del lujo, no en lo suntuoso, sino como experiencia única, intensa» a pesar de considerarse «la variante pobre de la literatura; pobre en ventas pero rica en atributos de la condición humana». El escritor también chileno Jorge Edwards presentó Los espejos comunicantes de Óscar Hahn en un brillante discurso lleno de guiños a la poesía como cadena que une épocas y nombres distantes, reivindicando que «la poesía de calidad tiene una condición profética».
La colombiana María Gómez Lara (Bogotá, 1989), llena de agradecimiento, recogió el Premio a la Creación Joven por su libro Contratono, que presentó Antonio Lucas, ganador del Premio Loewe la pasada edición. Con unas lúcidas palabras que destacaban «la voz potente» de los versos de la joven poeta, afirmó que «arrastra ya una madurez que no renuncia al asombro, y es lo que le da textura»; su libro muestra, además, que «sabe cuál es la mejor tradición de la poesía».
Sheila Loewe -Directora de la Fundación- y su padre Enrique Loewe -Presidente de Honor- acogieron a los presentes desde el estrado con la complicidad de quien se sabe rodeado de amigos y satisfecho por la labor terminada.
Enrique Loewe tuvo un honesto agradecimiento para el poeta Pablo García Baena, quien por motivos de salud ha decidido que sería esta su última participación como Jurado del Premio, y demostró públicamente su respaldo y satisfacción por el rumbo que está tomando la Fundación Loewe, bajo la mirada de su hija Sheila. «Ella y su equipo», afirmó, «son mi tranquilidad».
Es la primera vez que los dos galardones recaen en poetas hispanoamericanos. La Fundación Loewe, satisfecha de reforzar los vínculos que nuestra lengua común proporciona, celebra la llegada de dos hermosos libros de poemas del otro lado del Atlántico a nuestras manos. La poesía, una vez más, ha demostrado su capacidad de tender puentes cuando es una voz auténtica, serena y libre de prejuicios.
Fotografías: María Gómez Lara y Óscar Hahn; Ó. Hahn recibe su premio junto a Jorge Edwards; M. Gómez Lara y Antonio Lucas; Sheila Loewe, J. Edwards, Ó. Hahn, M. Gómez Lara, A. Lucas y Enrique Loewe; E. Loewe con Modesto Lomba © Fundación Loewe, 2015.
Anima mucho comprobar, en esta sociedad eficientista y adoradora del beneficio, que hay quien aun sigue dando importancia de verdad, y cuidando con esmero, los aspectos más sublimes de la cultura, que es la verdadera riqueza que deja la sociedad, en cada siglo, al siguiente.
Enhorabuena
Loewe es algo más que una firma de moda. Es el avatar de un espíritu familiar: un lujo.