Entrevistamos a Ines Atienza, responsable del diseño gráfico de la Fundación Loewe.
– “La comunicación no son sólo palabras”. Esta frase encabeza tu página web (www.inesatienza.com)…
Para mí, es una declaración de principios y la base de mi trabajo. A veces, un logo, una imagen o un color transmiten mucho mejor un concepto que las palabras.
– ¿Cómo conviven cultura y diseño? O formulado de otra forma: ¿Qué aporta el diseño a la cultura?
El diseño es una parte fundamental de la cultura. No concibo una cosa sin la otra y en ocasiones la segunda es consecuencia del primero. Hace unos años tuve la ocasión de colaborar con Massimo Vignelli, autor entre otras obras del antiguo plano de metro de Nueva York y su señalización. Creo que es un buen ejemplo de cómo un diseño aparentemente funcional puede pasar a la historia del arte contemporáneo, y ahora se estudia en las universidades de todo el mundo.
– ¿Y la cultura al diseño… o al diseñador?
Es un poco lo mismo. Cada diseñador tiene sus fuentes de conocimiento y se nutre de diferentes corrientes culturales, que al final quedan reflejadas en su obra.
– ¿Cuándo comenzaste a colaborar con la Fundación?
En 2009 trabajando con Alberto Corazón en la escenografía de Dos delirios, Variaciones sobre Shakespeare conocí al compositor Alfredo Aracil, quien también es asesor de la Fundación Loewe. Él fue quien me pidió que colaborara con la nueva imagen del Concurso de Piano Infanta Cristina y, desde ese momento, no he parado de trabajar para la Fundación.
– Has contribuido a crear la imagen corporativa de la Fundación Loewe. Volviendo al inicio de la entrevista, ¿podrías realizar el proceso inverso al diseño definiendo esa imagen con palabras? ¿En qué te has inspirado y qué buscas transmitir con tus diseños para la Fundación?
Mi trabajo trata de convertir en imagen los valores que caracterizan la Fundación Loewe, valores que se relacionan con la innovación, la sobriedad y la elegancia. Eso me lleva a un diseño limpio y directo.
Por otra parte, los diseños de la Fundación buscan transmitir el resultado de un trabajo en equipo. Por ejemplo para las banderolas del Teatro Real utilizamos fotografías de Javier del Real sobre fondos de diferentes colores y fuimos asesorados por Elna Matamoros, maestra de baile de Ballet Nacional y asesora de danza de la Fundación.
Banderolas para la temporada de danza 2010-11, sobre fotografías originales de Javier del Real. Teatro Real, Madrid
– Si tuvieras que elegir uno de los trabajos que has diseñado para la Fundación, ¿con cuál te quedas? ¿Por qué?
Estoy especialmente orgullosa del expositor de libros que está en algunas de las tiendas Loewe. Es una pieza de aluminio, sostenido sobre uno de los ejes laterales, que resume a través de las líneas rectas el concepto de elegancia y sobriedad de la marca. En el expositor se ubica el libro del ganador del Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe.
Expositor Fundación Loewe. Diseño de expositor de libros para las tiendas Loewe. Madrid 2011
– Supongo que procuras mantener siempre un sello personal en todos tus trabajos. ¿Qué tienen tus diseños de ti?
Disfruto implicándome al 100% en cada uno de los proyectos. Me considero una persona muy afortunada, porque la mayoría de los trabajos que he hecho hasta ahora han sido muy diferentes entre ellos y han sido muy enriquecedores.
– ¿Qué le pides al 2012?
Profesionalmente seguir con proyectos interesantes y seguir aprendiendo. En 2011, estuve en la Cooper Union de Nueva York haciendo una maestría de diseño tipográfico durante un par de meses y continúo con mi formación en caligrafía. Me parece que entender las letras como formas abre muchos campos de diseño.