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Basilio Sánchez, ganador del XXXI Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe

He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes, de Basilio Sánchez (Cáceres, España, 1958) ha sido galardonado con el Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE, que en su XXXI edición ha contado con un Jurado presidido por Víctor García de la Concha y compuesto por Piedad Bonnett, Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Ben Clark, Antonio Colinas, Soledad Puértolas, Aurora Egido, Jaime Siles y Luis Antonio de Villena. Por otra parte, el Premio a la Creación Joven ha sido declarado desierto. Este año se presentaron 868 participantes de 34 países, de los que un 20% provenían de Hispanoamérica. 

Hoy por la mañana, en la tienda LOEWE de la madrileña calle de Gran Vía, se ha dado a conocer el nombre del ganador de este año en presencia de Enrique Loewe, Sheila Loewe -Presidenta de la Fundación-, algunos de los miembros del Jurado y también ganadores de anteriores ediciones.  Tras las palabras de bienvenida de Sheila Loewe,  Víctor García de la Concha dio a conocer el fallo del Jurado, cuya acta destaca “la indagación y valoración de la tradición clásica, buscando nuevos registros, sonidos y significados” del libro. A continuación, la poeta Piedad Bonnett presentó el libro ganador y admitió que “no fue fácil este año escoger el Premio LOEWE de poesía pues muchos de los libros finalistas tenían méritos suficientes para obtenerlo”. Finalmente, explicó, los miembros del Jurado se inclinaron por He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes, por su “gran unidad y consistencia que con aliento místico nos invita a reencontrarnos con el mundo de lo natural”. El poemario, añadió Bonnett, “parte de una mirada contemplativa que se detiene en la unidad de lo pequeño, en sus fulgores y revelaciones, pero que también exalta el misterio del origen de lo inmenso y la labor tesonera del poeta, que no es un iluminado sino un artesano de la palabra”. La austeridad que el poeta busca, insistió la escritora colombiana, “no está exenta sin embargo de sensualidad, de imágenes teñidas de colores, sonidos, sensaciones” y añadió que este libro “reafirma la poesía como un acto de fe”.  

Tras estas palabras, el poeta ganador, Basilio Sánchez, se mostró agradecido al Jurado y a la FUNDACIÓN LOEWE, y “muy feliz por el reconocimiento a un libro en el que he invertido un par de años y en el que se recoge lo más esencial de la literatura que he venido haciendo”. También admitió sentirse satisfecho porque este Premio pone de manifiesto que se valora “una forma de entender la poesía íntimamente ligada al concepto humanista de la persona y de la existencia, y que se está defendiendo un tipo de poesía en el que la tradición queda respetada y unificada”. Una poesía, la que escribe Sánchez, que “está al final de una cuerda larga que viene de años”, añadió. “Me siento muy orgulloso de haber sido uno más de los eslabones de esta cadena y de haber aprendido de muchos de los poetas que están sentados hoy delante de mí, a los que considero directamente mis maestros”. El autor definió su poemario como “un libro de meditación, el breviario de un contemplativo”. Es, dijo Basilio Sánchez, “el libro de alguien que hace de las palabras su manera de ser y que a través de la poesía y de las imágenes que las palabras consiguen suscitar, se interroga sobre el mundo que le rodea y su manera de relacionarse con él. Alguien consciente de que vive en una sociedad enormemente pulcra en lo material pero enormemente pobre en lo espiritual; alguien, sin embargo que, asumiendo  que se ha quedado fuera del convite del mundo, que sentado en silencio ante la tumba de las cosas que podrían haber sido, no renuncia al regalo de lo inmenso”. De quien sabe, añadió “que no hay nada más hermoso que dejarse convencer por la noche de que todo es eterno”. 

AMO lo que se hace lentamente,
lo que exige atención,
lo que demanda esfuerzo.

 Amo la austeridad de los que escriben
como el que excava en un pozo
o repara el esmalte de una taza. 

Mi habla es un murmullo,
una simple presencia que en la noche,
en las proximidades del vacío,
se impone por sí sola contra el miedo,
contra la soledad que nos revela
lo pequeños que somos. 

El poeta no ha elegido el futuro.
El poeta ha elegido descalzarse en el umbral del desierto.

Basilio Sánchez
Premio LOEWE 2018
He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes

La entrega del Premio y la presentación del libro, que será publicado por la Editorial Visor, tendrá lugar el próximo mes de marzo.

Fotografías: Basilio Sánchez, ganador del XXXI Premio Internacional de Poesía Fundación LOEWE. Momento de deliberación del Jurado. Jurado del Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE junto a Enrique Loewe, Sheila Loewe y Chus Visor © Álvaro Tomé para Fundación LOEWE, 2018.

Antonio Lucas y Elena Medel, protagonistas del XXVI Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe

Mientras aún se disfrutan los ecos de la presentación de nuestro Elogio de la Cultura, y en el mismo espacio en el que se exhiben los retratos de Chema Conesa nacidos especialmente para esta publicación, la Fundación Loewe vuelve los ojos hacia la que ha sido una de sus más celebradas creaciones: el Premio Internacional de Poesía. La Fundación Loewe acaba de cumplir 25 años y en 2013 celebra la vigesimosexta edición de un certamen que ha brindado a las letras la oportunidad de reunir, entre miembros del Jurado y escritores galardonados, la mejor antología de la poesía en lengua española de los últimos tiempos.

Antonio Lucas y Elena Medel -foto Ux°o da Vila

Tanto Antonio Lucas (Madrid, 1975), premiado en la edición de este año, como Elena Medel (Córdoba, 1985), ganadora del Premio Loewe a la Creación Joven, han sido capaces de deslumbrar con el poder de sus versos a un Jurado ya emblemático en el mundo literario y que cuenta con recientes incorporaciones; bajo la presidencia de Víctor García de la Concha, el certamen de este año ha reunido a Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Antonio Colinas, Pablo García Baena, Clara Janés, Soledad Puértolas, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena, y Juan Vicente Piqueras, ganador del Premio en su edición anterior.

Sheila Loewe y Enrique Loewe-foto Ux°o da Vila

Todo en la jornada del anuncio del fallo fue una fiesta, desde la presentación del acto en manos de Enrique Loewe, Presidente de Honor de la Fundación Loewe, y su hija Sheila Loewe, Directora de la Fundación, hasta las palabras de los poetas en los corrillos previos a su subida al estrado; pura emoción y respeto. Las palabras de Víctor García de la Concha fueron un brindis hacia el propio Jurado, del que destacó  su rigor “por el estudio previo de los libros a los que se enfrenta” mientras añadía con generosidad: “La verdad es que aprendemos unos de otros”.

Elena Medel, XXVI Premio a la Creaci¢n Joven-foto Ux°o da Vila

El libro galardonado con el Premio a la Creación Joven –Chatterton- está destinado, en palabras del poeta Jaime Siles, “a marcar una tendencia y una época dentro de su generación porque objetiva precisamente eso: una visión generacional.” Su autora, dice Siles, está “educada en la esperanza del triunfo y enfrentada a la realidad de un oscuro horizonte cuyo rasgo distintivo es el fracaso”. Sin considerar la obra de Medel como “poesía social aunque sí la roza en algunos momentos, y con gran calidad”, Siles hizo referencia a ciertos rasgos que el libro presenta de “poesía feminista, de la forma en que la entendieron Sylvia Plath y Anne Sexton”. Entre los éxitos lingüísticos de la poeta, Siles destacó “el valor de la sintaxis más que en el uso de las imágenes en sí, la yuxtaposición de los planos y el fragmentalismo de los significantes.” Entre imágenes cinematográficas y evocaciones costumbristas, Jaime Siles empujó a los asistentes a la lectura de un libro que bucea en la madurez en la mujer y todo lo que “comporta eso en nuestro mundo, de frustraciones y renuncias”. Esta “elegía a la adolescencia” -también en palabras de Siles- nos trae en su título a un célebre suicida y consigue utilizar unos rasgos poéticos “que no son los habituales en nuestra lírica”.

Al presentar Los desengaños -el poemario ganador de Antonio Lucas- quiso Luis Antonio de Villena compartir con los presentes que los propios miembros del Jurado se dieron cuenta, tras haber elegido los libros ganadores, que ambas obras tenían “una cierta sintonía común” marcada por los extremos temporales que implica la diferencia de edad de los poetas, los cuales “cierran el círculo de la última generación activa de la poesía española.” Hizo también referencia a la pluralidad de esa generación y apuntó que ya podríamos llamarla “Generación del 2000”, ya que empezó a manifestarse alrededor de ese año. Definió la obra de Lucas como “un libro muy trabajado y muy trabado” añadiendo que en él hay verso libre, pero también endecasílabos blancos o poemas en prosa, de forma muy estructurada y demostrando que tiene detrás “muchos autores”.

Antonio Lucas, XXVI Premio Loewe-foto Ux°o da VilaPara Villena, el autor se sostiene en la tradición y tiene referencias muy plurales, citando alguno de los poetas en los que se apoya, como el francés René Char y sus ecos surrealistas. La pérdida del amor, la amada ausente que no se nombra y el diálogo entablado con ella mantienen un tenso vínculo con un “claro elemento vitalista, de persona que se enfrenta con la vida cotidiana en su pluralidad”. Así, los dos poetas galardonados este año llegan, en palabras de Luis Antonio de Villena, “por caminos muy diferentes, a una misma sensación de desengaño, de pérdida, de falta de esperanza en el futuro”. Esta “crisis final del capitalismo” es -para Villena- la que aparece en estos dos libros, y la que aparece traducida en una poesía que presenta “mucha fuerza y cierta exaltación lírica, que tiende al lirismo puro y arrastra un elemento de configuración de un lenguaje básicamente irracionalista con una parte de claridad de parte aforística o sapiencial que nos habla del mundo contemporáneo”.

Los premiados acudieron a la cita puntualmente ilusionados, con palabras de agradecimiento y sus versos en la mano. Elena Medel volvió, tras conmover a los asistentes con sus poemas, al “fracaso y el desengaño” que dan vida a su libro, y Antonio Lucas supo regalar un guiño a sus compañeros de prensa que cubrían el evento como él mismo ha hecho tantas veces, tras declarar que “el Jurado de este premio da prestigio al galardón”. Al término del acto, ese mismo Jurado, satisfecho, recorría la sala y felicitaba a los poetas premiados.

Ganadores y Jurado XXVI Premio Loewe con Enrique y Sheila Loewe

La fiesta de la poesía no ha hecho más que empezar: este fin de semana verán la luz por primera vez los versos premiados; el viernes 15 de noviembre a las 19.30h, Elena Medel leerá parte de su Chatterton en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, como parte del Festival Eñe, con el que la Fundación Loewe colabora cada año. El sábado 16 a las 20.00h será Antonio Lucas quien, en compañía de José Manuel Caballero Bonald, Soledad Puértolas y la actriz Marisa Paredes, compartirá su poemario Los desengaños con los asistentes.

Los libros premiados se presentarán el próximo mes de marzo y serán publicados por la Editorial Visor de Poesía.

Fotografías de Antonio Lucas, Elena Medel, Enrique Loewe con Sheila Loewe, y Jurado y galardonados del XXVI Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe © Uxío da Vila para Fundación Loewe, 2013.