Con motivo de la primera exposición de Lucia Moholy en Madrid dentro de PHotoEspaña, la FUNDACIÓN LOEWE reunió este mes de junio a un numeroso grupo de personas que acudieron al Encuentro LOEWE “Lucia Moholy y su entorno en la Bauhaus”. Belén Moneo, arquitecto y María Millán, comisaria de la exposición, acercaron al público a la estética y a la filosofía de la legendaria escuela, así como a los artistas con los que convivió y retrató.
La Bauhaus fue, desde su fundación en 1919 por el arquitecto Walter Gropius, un centro donde se aunaron la artesanía, el arte, la arquitectura y el diseño. Uno de los objetivos era diseñar y producir singulares objetos utilitarios para la vida moderna. Cuando Lucia Moholy llegó a la Bauhaus en 1923 la fotografía no formaba parte de las disciplinas de la escuela. Ella se dedicó, con un estilo personal e innovador para la época, a documentar la actividad diaria de los talleres, además de los diseños y objetos que allí se creaban.
Todos los estudiantes debían superar los cursos obligatorios destinados a trabajar sobre la teoría del color, el uso de materiales, el dibujo y otras materias que les proporcionaban una buena base para acceder a talleres especializados. La Bauhaus fue la primera escuela de arte donde se permitió a las mujeres matricularse. Sin embargo, la paridad no fue total. A las mujeres les estaba vetado participar en algunos de ellos.
Este fue el caso de la artista Anni Albers, a la que se le negó acceso a los talleres de arquitectura y vidrio y se le recomendó que se centrara en el de textil. Allí tuvo la fortuna de trabajar con Gunta Stölz en 1923. Albers pasó de ser una aventajada alumna a enseñar y dirigir el departamento de Textil hasta 1932, fecha en la que se cierra la Bauhaus de Dessau. Anni Albers y su marido, Josef Albers, emigraron a Estados Unidos en 1933 donde dieron clases y desarrollaron sus proyectos personales. El MOMA dedicó una exposición al trabajo de Anni en 1951, la cual itineró por varias ciudades de Estados Unidos durante dos años. Anni Albers se consolidó como la artista del textil más importante del siglo XX.
Otro caso es el de Florence Henri. Ella comenzó su carrera artística como pintora y en su paso por la Bauhaus en 1927 convivió con László Moholy-Nagy y Lucia Moholy. Ambos compartieron con Florence su pasión por la fotografía y técnicas básicas de este medio. Aunque en la escuela todavía no se enseñaba fotografía, ellos le animaron a desarrollar su trabajo y seguir experimentando con la cámara. Un año después, Florence Henri abrió un estudio de fotografía en París donde continuó con su carrera artística.
La exposición en LOEWE, “Lucia Moholy, cien años después”, invita a conocer la historia que hay detrás de las personas retratadas. Lucia Moholy fue pionera en su tratamiento de la fotografía. También lo fueron, cada uno en su medio, los diferentes artistas cuyos retratos podemos ver en la muestra. No se la pierdan.
Lucia Moholy, cien años después. Hasta el 28 de agosto en LOEWE Gran Vía, 8, Madrid [Lunes a sábado: 10:00 a 20:30h. Domingos y festivos: 11:00 a 20:00h].
Fotografías: Anni Albers, 1927. Florence Henri, 1927. Archivo Bauhaus. Cortesía de Fotostiftung Schweiz. Comisaria, María Millán.