El pasado 21 de enero se reunió el Jurado del LOEWE FOUNDATION Craft Prize y, aprovechando su presencia en Madrid, la Fundacion LOEWE propició un encuentro en el Paper Pavillion del IE School of Architecture & Design sobre artesanía contemporánea acogiendo la voz de tres integrantes del comité de expertos: la conversación entre Ramón Puig, Sara Flynn y Koichi Io, en inglés, fue moderada por la periodista Anatxu Zabalbeascoa.
La bienvenida de Edgar González, Director del Grado en Diseño del IE, resaltó tres conceptos fundamentales en la filosofía de la Fundación LOEWE: innovación, tradición y contexto. Sheila Loewe, Presidenta de la Fundación, presentó a los participantes remarcando el trabajo de selección que habían realizado durante los dos días anteriores, reflexionando y eligiendo entre más de tres mil participantes. Zabalbeascoa -Secretaria Ejecutiva del panel de expertos y Presidenta del Jurado del Craft Prize- compartió las razones del encuentro: “Siempre sentimos que deberíamos poder compartir toda la información que manejamos: las imágenes, la belleza, las buenas intenciones, la ruptura de barreras que logramos con el trabajo… Por eso nos encantan estas conversaciones, o poder contar con artistas y artesanos de todo el mundo para dar clases o conferencias”.
Koichi Io (Tokio, 1987) representa algo muy habitual en el mundo de la artesanía: la tradición familiar. Su padre y abuelo han sido reconocidos artistas del metal por lo que los conceptos de dinastía, jerarquía y evolución están presentes en su trabajo. El artista japonés explicó su obra catalogándola en tres secciones: orfebrería, fundición y grabado, que realiza en plata, hierro, cobre o aluminio. Mostró imágenes de los entre 200 y 300 tipos distintos de martillos que atesora en su taller, de los que suele emplear 5 ó 10 en cada obra. En general, indicó, busca como inspiración “eliminar la función original del objeto” y explicó cada fase del proceso de creación de sus piezas y la forma en la que logra acceder al corazón de sus obras mediante procesos tradicionales de trabajo del metal.
Sara Flynn (Cork, 1971) estudió en el Crawford College of Art & Design y tiene su taller -del que mostró numerosas imágenes- en Belfast, al norte de Irlanda. Flynn, que en el Panel de Expertos ejerce de experta ceramista, explicó la influencia que supuso su madre en su evolución creativa, “por su forma de pensar y enfrentarse a los problemas de la vida.” De ella heredó la capacidad de construir con escasos medios, aprovechando cualquier elemento que uno pueda encontrar. La Galería Erskine, Hall & Coe, Mayfair, presentó su primera muestra en solitario en 2012 y aún hoy Flynn reconoce la importancia de su apoyo desde entonces, que se traduce en una muestra bienal de su obra. “No estaría donde estoy si no hubiera sido por ellos”, indica. La determinación creadora de Flynn ha sido fundamental en su evolución hacia la artesanía artística, a partir de sus primeras piezas funcionales en arcilla.
El maestro joyero Ramón Puig Cuyàs (Mataró, 1953) simboliza la creatividad y maestría artesana en España con una obra que ha traspasado los límites habituales de la joyería. Puig Cuyàs, explicó, comenzó a hacer joyería porque en general no la encontraba interesante. Sin terminar de encontrar su rumbo profesional y con cierto malestar familiar -ya que esperaban que cursara una carrera universitaria convencional- aterrizó en la Escola Massana de Barcelona. “Cuando llegué allí me sentí, por fin, en mi lugar en el mundo. Fue un renacer”. A pesar de que la relación de la joya con el usuario es muy íntima, el espíritu de compartir y expresar fue determinante para Puig. Trató de democratizar sus piezas empleando materiales menos caros que los tradicionales de joyería y de crear piezas originales; algo que trató de vincular con el sentido primitivo de los ornamentos conectando con el sentido espiritual de las piezas, y evitar así la mera decoración del cuerpo. “Me siento libre -dijo, para terminar- cuando cojo un café por la mañana y me voy al estudio a trabajar.”
La velada terminó con el intercambio de ideas entre los artistas acerca de la evolución y los cambios sociales; se cuestionó el papel de la artesanía en nuestro ámbito actual y la aparición de la producción a gran escala y la tecnología; Lynn explicó que una pieza de artesanía ofrece “una inversión de esa persona durante un largo periodo de tiempo y un compromiso con la material prima. Es algo muy real”, para Io que produce un máximo de 30 obras al año: “la artesanía es como la cocina: tienes que cortar, preparar… no puedes hacerlo sin usar las manos”, mientras que para Ramón representa “una alternativa a la fabricación industrial, en la que se hace una gran producción preferiblemente a bajo coste. Después de un año te has deshecho de la pieza, mientras que un producto artesanal lo conservas durante años y lo reutilizas.” En comparación, explica Ramón Puig: “un producto industrial no tiene valor, sólo tiene precio”.
Fotografías: Encuentro de artesanía contemporánea. Anatzu zabalbeascoa, Koichi Io, Sara Flynn y Ramón Puig Cuyàs en el Paper Pavillion del IE, en Madrid.