En el número 91 del Paseo de Gracia de Barcelona, encontramos una oportunidad mágica que nos da la bienvenida al universo Loewe. Recién reinaugurada la mítica tienda de esa misma calle, redecorada por Peter Marino, el nuevo espacio rescatado por la firma española te atrapa por la cercanía y humanidad que destilan sus piezas; por primera vez, podremos observar el proceso artesanal que esconde la creación de un Amazona, ese objeto de deseo que aquí veremos crecer y cambiar ante nuestros ojos gracias a un ingenioso y mágico holograma ante el que el tiempo parece detenerse.
Más allá de la mera observación, los materiales de los que se nutre Loewe pueden ser no sólo admirados sino que, para nuestro asombro, aprenderemos a distinguir los distintos tipos de piel gracias a un árbol cuyas ramas texturadas se dejan acariciar, iluminándose cuando te acercas a ellas; en otro nivel, las sedas, otro de los buques insignia de Loewe al convertirse en pañuelos, se recrean en una instalación del artista Daniel Wurtzel que convierte un rincón de la Galería en un eterno escenario en movimiento.
De las cinco plantas que configuran este particular museo, la superior estará dedicada a exposiciones temporales, coloquios y otras actividades que completarán la vida de un espacio que ya se perfila como un importante punto de encuentro de la vida cultural barcelonesa. La Galería Loewe, creada conjuntamente con la productora audiovisual Boolab, está ya lista para recibir al visitante curioso, al turista extraviado o al admirador de unos artículos de lujo que forman parte de la cultura y tradición artesanal de nuestro país porque más allá de su excelencia material, esconden la entrega rigurosa y la creatividad detallista de aquellos que los han hecho posibles.