Archivo de la etiqueta: Carla Badillo Coronado

Carla Badillo Coronado: intuición y lectura

“Es un libro que escribí a los 25 años; ahora tengo 30… y aun así ha sido un Premio LOEWE a la Creación Joven,” nos explica Carla Badillo Coronado. El color de la granada, galardonado en 2015, fue escrito en el tiempo que tardó esta fruta en “descomponerse ante sus ojos”. Todo un reto para alguien tan joven.

“Un premio no te hace mejor ni peor, ni tampoco es un fin -al menos en mi caso- sino una consecuencia”, afirma rotunda. De entre sus libros, inéditos o publicados, cree que este es “muy particular por cómo fue concebido, porque parece un trabajo de orfebre. A veces el lenguaje ni te alcanza para dar forma a esa poética o revelación que esconde, y hay una pelea constante entre lo que quieres transmitir y el lenguaje que empleas, porque se te queda corto.”

2F3C4825

Carla se vio atraída por las posibilidades de publicación que ofrecía el Premio LOEWE. “Es lo más complicado porque no sé cómo se gestiona el mundo editorial,” explica. Recalca la “seriedad” que transmiten las bases del Premio LOEWE y confiesa que se lanzó a participar sin imaginar la importancia o repercusión que tendría. “No conocía a ninguno de los miembros del Jurado y es la primera vez que Ecuador lo gana”. Sí recuerda que intuía que “ese libro estaba listo” y que algo en su interior le empujaba a enviarlo, a pesar de la falta de recursos: “¡Me tuvieron que prestar plata para imprimir los manuscritos y enviarlos a España!” Ahora, Carla Badillo Coronado es la primera mujer ecuatoriana en poder publicar en la Editorial Visor y se siente satisfecha de ver que su libro “se haya defendido solo ante un grupo de personas que tenían cerca de 800 manuscritos de 29 países”. Por eso, explica, dedicó su Premio “al grupo de inmigrantes ecuatorianos en España, a aquellos que han venido en situaciones muy precarias y luchan por tener una vida digna, porque es lo mismo que yo misma intento hacer. Intento ser coherente con lo que pienso y hacer lo que mi intuición me guía.”

2F3C4487Sobre su día a día, afirma que “la escritura es la única forma de dar un poco de armonía a mi caos.” Tras un año complicado para ella, en el que incluso sufrió un colapso emocional, y apenas con un día de diferencia del fallo del LOEWE, esta escritora y periodista ha publicado también su primera novela –Abierta sigue la noche– en una edición masiva, como parte del Plan de Fomento de la Lectura en Ecuador, y está feliz de desenvolverse en ambos géneros: “Me gusta dialogar entre diferentes lenguajes, siempre me ha interesado lo híbrido y eso se nota en El color de la granada.

Es una mujer que intenta alejarse del mundo, ni siquiera maneja el teléfono móvil “para alcanzar el silencio tan necesario en un escritor, en un poeta”. Sin dudarlo, está invirtiendo la cuantía del Premio LOEWE en “una larga travesía de casi un año viajando y escribiendo. Mi objetivo es llegar al Cáucaso y Armenia, donde nacieron Sayat Nova y Sergei Paradjanov -tan vinculados a El color de la granada– ya que el libro ha sido premiado cuando se conmemora un siglo del genocidio armenio.» Segura de su intuición, afirma: “A mí me han formado los libros, la lectura… y la gente que conozco en el camino. No tengo miedo”.

Fotografías: Carla Badillo Coronado con Enrique y Sheila Loewe en la entrega del XXVIII Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE, marzo 2016 © Uxío de Vila, 2016.

Tres momentos emocionantes ordenaron la entrega del XXVIII Premio Loewe de Poesía

El primer momento emocionante de la entrega del XXVIII Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE, celebrada este jueves en el Hotel Palace de Madrid, lo protagonizó un ausente: Enrique Loewe Knappe, el patriarca de la firma, fallecido la semana pasada. Fue su hijo Enrique, impulsor del galardón, quien lo recordó.
Premio Loewe

El segundo llegó de la mano de Chantal Maillard, una poeta poco dada a la celebración pública de la literatura pero que, sin embargo, aceptó presentar la obra de Carla Badillo Coronado (Quito, 1985), ganadora del premio a la Creación Joven, tras encontrar en El color de la granada “palabras desprovistas de artimaña”. En su opinión, la escritora ecuatoriana es “alguien que sabe que un poema no se hace, se encuentra. Alguien que recuerda que un poema es algo humilde”. Advirtió de que los premios son armas de doble filo: pueden distraer tanto como iluminan. Le deseó a Carla Badillo que no se distraiga, “que aprenda a pasar desapercibida cuando la iluminen los focos”. Carla, por su parte, habló de la poesía como de su trinchera “frente a la vida, frente a la muerte y frente a mí misma”.

Llegó entonces el tercer momento de emoción (y de humor) del mediodía. Lo convocó el escritor cubano Abilio Estévez al presentar a su amigo Víctor Rodríguez Núñez (La Habana, 1955), ganador del Premio LOEWE en esta edición. Ambos coincidieron en la capital cubana durante los años ochenta en la redacción de la revista cultural El caimán barbudo, en la que el ganador ejercía de director y él, dijo, de distraído corrector de pruebas. Estévez glosó el libro de su amigo recordando que “entre las nubes nadie es extranjero” y en la noche del destierro “también amanece”. Rodríguez Núñez, por su parte, citó a José Martí para subrayar que “la poesía es más importante que la agricultura” y terminó leyendo el poema que cierra despegue, el libro premiado: “mas este espacio tiene su compás / ni la muerte se apura llega tarde / por un sitio decente / a sacudir el ser con un trapito”.

Fotografía: Enrique Loewe, Carla Badillo Coronado, Víctor Rodríguez Núñez y Sheila Loewe © Uxío da Vila.

El Premio LOEWE de Poesía 2015 vuelve a América

El poeta cubano Víctor Rodríguez Núñez (La Habana, 1955) ha resultado ganador del XXVIII Premio Internacional de Poesía Fundación LOEWE 2015 con su libro despegue. El Jurado, formado por Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Antonio Colinas, Óscar Hahn, Cristina Peri Rossi, Soledad Puértolas, Jaime Siles y Luis Antonio de Villena, bajo la presidencia de Víctor García de la Concha, ha galardonado un libro osado y auténtico, que muestra serenidad en el retrato del conflicto y une el irracionalismo con la inmediatez social. El Premio LOEWE a la Creación Joven ha sido para la ecuatoriana Carla Badillo Coronado (Quito, 1985) por el poemario El color de la granada.

El 11 de noviembre, en la madrileña tienda LOEWE de la calle Gran Vía, tras unas palabras en recuerdo al recientemente fallecido Carlos Bousoño, los miembros del Jurado han hecho públicos los nombres de los ganadores en presencia de Enrique y Sheila Loewe, Presidente de Honor y Directora de la Fundación LOEWE respectivamente. En esta edición, 30 libros han quedado finalistas entre los 801 presentados desde 29 países, de los que un 27% ha procedido de Hispanoamérica. El Premio Internacional de Poesía Fundación LOEWE premia anualmente una obra inédita de al menos 300 versos y concede un Premio a la Creación Joven a un poeta menor de 30 años.

Víctor Rodríguez Núñez

Luis Antonio de Villena comenzó su presentación de despegue, el libro ganador, resaltando la importancia de Cuba “como uno de los más importantes centros de producción en lengua española”. Explicó cómo las raíces de Víctor Rodríguez Núñez -nacido en La Habana- y su actual residencia en los Estados Unidos, han podido influir en el “barroquismo comunicativo y reivindicativo de este libro ante un mundo que debe despegar, ir a otro lado”. Además de esta “visión desde fuera y crítica a la realidad cubana”, un profundo conocimiento de la tradición -para poder renovarla- llevan a Rodríguez Núñez a “jugar con la sombra de soneto”, escapando de un posible “barroquismo proliferante” gracias a su tono social y reivindicativo.

[Paseo del Prado]

este país se nos fue de los pies
y tomó otro camino

con su densa rutina
que ni una rumba puede alebrestar

mulatas legendarias
abanican la espera maduras de calor
y chinos hacen cola sonrientes
a las puertas de nada

país de reggaetón doble moneda
estridencia ideológica
donde lo único decente es el sol

país resuelto en ruinas triangulares
sin aire en la escalera
que ya no queda aquí ni regresa contigo

Víctor Rodríguez Núñez
Premio Loewe 2015
despegue

Carla Badillo Coronado-foto Mark Alvarez

El poeta Antonio Colinas destacó “la madurez” de Carla Badillo Coronado. El tono reivindicativo del verso, la simbología -compleja de abordar desde su juventud de poeta-, la pugna del binomio muerte-vida y un “escepticismo sutil que sacude al lector de forma contundente y directa” convierten a El color de la granada, según Colinas, en “un libro que nos hace sentir y pensar en los límites, y siempre con una extraordinaria sobriedad expresiva”.

 

38

Soy un pastor de ovejas ciegas
pastor y lazarillo a la vez
mas cuando me toque a mí
el turno de la oscuridad
¿quién entonces me guiará?

preparado estoy para el camino a solas
haré de mi laúd bastón
pues la música jamás se equivoca.

Carla Badillo Coronado
Premio Loewe a la Creación Joven 2015
El color de la granada

El próximo mes de marzo tendrá lugar la entrega de los galardones y la presentación de los libros que, como cada año, serán publicados dentro de la Colección Visor de Poesía.

JoséManuelCaballero Bonald,JaimeSiles,SoledadPuértolas,VíctorGarcíadelaConcha,LuisAntoniodeVillena,EnriqueLoewe,JesúsGarcíaSánchez,SheilaLoewe,ÓscarHahn,FranciscoBrines,AntonioColinas-foto Álvaro Tomé

Fotografías: Víctor Rodríguez Núñez © Katherine M Hedeen y Carla Badillo Coronado © Mark Álvarez. José Manuel Caballero Bonald, Jaime Siles, Víctor García de la Concha, Soledad Puértolas, Luis Antonio de Villena, Enrique Loewe, Chus Visor, Sheila Loewe, Óscar Hahn, Francisco Brines y Antonio Colinas © Álvaro Tomé para Fundación LOEWE, 2015.