Unos pocos segundos sobre la pasarela resumen meses de trabajo. Sólo buceando en la trastienda puede llegar a entenderse la realidad del trabajo que esconde cada movimiento de una modelo. La trepidante vida del mundo occidental y la velocidad vertiginosa que nos proporcionan los avances técnicos de las últimas décadas parecen obstinados en que nos traslademos más rápido y más lejos cada vez, olvidando lo que dejamos por el camino.

Sin embargo, la fotógrafa alemana Anna Bauer no parece dispuesta a ignorar momentos mágicos que, a la sombra de los focos, podrían pasarnos desapercibidos. La exposición Backstage, que puede ya disfrutarse en la tienda Loewe de la calle Serrano de Madrid, nos acerca a la cotidianeidad de los bastidores de las pasarelas con una colección de fotografías que recopilan 10 temporadas de moda, las que abarcan desde el año 2007 al 2012 en las principales ciudades del mundo.

Este trabajo no es solamente un recordatorio de caras famosas en situaciones íntimas previas al encuentro con el público, sino que es además un guiño al trabajo bien hecho, al detalle en la preparación previa al disparo y a la mágica conexión entre cámara y modelo, esos instantes que brillan por la brevedad que implica un cruce de miradas. Anna Bauer, armada con su Polaroid analógica que exige más de diez minutos de preparación, presume de oficio y sabiduría.