Conociendo mejor a Diego Doncel y Mario Obrero, ganadores del XXXIII Premio de Poesía Loewe

Diego Doncel, ganador del XXXIII Premio de Poesía FUNDACIÓN LOEWE, por Yago Castromil.

Diego Doncel y Mario Obrero pasaron a formar parte del Palmarés del Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE en un año marcado por la extrañeza, pero también por la importancia de conocernos más a fondo.

Es por ello que charlamos con los ganadores del Premio en los sitios que les inspiran – el Parque del Oeste, en Madrid, para Diego Doncel y su casa familiar en Getafe, Madrid, en el caso de Mario Obrero –  para conocerles mejor.

Hay mucha gente que piensa que la poesía es una forma de escapar de la realidad. ¿Piensas que eso es  cierto o que la poesía es, de alguna forma, un “termómetro” de la realidad y de la sociedad en la que vivimos?

DIEGO DONCEL: En la dedicatoria que pongo en mis libros digo que escribimos poesía porque buscamos esa rara intensidad de vivir. No concibo la poesía como una escapatoria de la realidad sino como el lugar donde la vida se manifiesta, se intensifica.

Lo importante es que la vida se cree en el poema, no solo que sea un pálido reflejo. Un poema es un hecho lingüístico pero encaminado a la emoción. Es por tanto una aventura espiritual. Me gusta la poesía de la meditación esa que como decía Unamuno piensa el sentimiento y siente el pensamiento. O como diría Pessoa lo que en mí siente está pensando.

MARIO OBRERO: Hablar de poesía quizá me quede grande, pero sí puedo referirme al poeta. La persona poeta es indisoluble de su contexto, de su sociedad y de su comunidad. Incluso diría que el impulso creador viene causado en cierto modo por la voluntad de cuidar, compartir o engrandecer los horizontes colectivos.

Aún así, hay veces que ese “escape de la realidad” se produce más en lo cotidiano que en la poesía. La realidad es la neblina de Woolf, los niños pájaro de Pérez Estrada o la mar de Manuel Antonio y, sin embargo, no les prestamos atención dentro del tedio de lo cotidiano.

 

¿Qué te impulsa a escribir?

DIEGO DONCEL: Es mi destino. Desde que tenía diez años solo he querido ser escritor. Cuando cumplí dieciocho gané un premio importante por el que, además, podía publicar el libro, pero lo rechacé.

Escribir poesía conlleva una enorme responsabilidad con uno mismo. Es importante porque, como ya se sabe, es el secreto, la confidencia que le dices a alguien al oído, en voz baja. Algo importante que trata de acercar tu misterio al misterio de la otra persona, la que te lee.

MARIO OBRERO: Al igual que a Lorca le susurraban los chopos de Fuentevaqueros, siento la necesidad de escribir cercana al susurro de mi entorno y la posibilidad de edificar una casa donde la utopía o la pulsión de la esperanza sean bienvenidas y constituyan un valor común.

 

Tu libro cuenta una historia muy personal, pero a la vez una experiencia compartida por muchos. ¿Alguna vez te has sentido expuesto por compartir con los lectores esta experiencia?

DIEGO DONCEL: Sí, claro, sobre todo porque detrás de cada palabra, de cada verso, de cada poema está la verdad de lo que pasó. Y aquello que pasó ha determinado mi vida para siempre.

Pero cuando uno escribe desde la verdad acepta ese acto de mostrarse en público, sobre todo porque encuentra a muchos lectores que se identifican con tu historia, con todos esos sentimientos que van desde el dolor a la culpa, desde la fragilidad a la búsqueda de una posible esperanza. Eso es lo más hermoso de la literatura, que las palabras pasen a ser del lector, que la lectura sea un puente entre intimidades.

MARIO OBRERO: En primer lugar, la poesía tiene un invento maravilloso y es el “yo poético”. Suelo intentar omitir el “yo” personal y dar más voz a un “yo” colectivo o concebido en las coordenadas de la imaginación y la empatía.

Sin embargo, la poesía es un lugar donde no hay lindes ni zanjas, así que yo y mis vivencias entramos alegremente a formar parte de una asamblea coral.

Mario Obrero, ganador del XXXIII Premio LOEWE a la Creación Joven, por Yago Castromil.

¿Piensas que el ritmo de la “vida moderna” es un aliado o un enemigo para los poetas?

DIEGO DONCEL: Los poemas deben hablar de la vida moderna, de las gasolineras, los coches, las televisiones, la forma en que entendemos hoy el amor…Ha habido un cambio, nuestra relación con la naturaleza, con el paisaje ya no es el mismo.

La sociedad capitalista, las ciudades, los pueblos, todo està sometido a nuevos códigos y nuevos imaginarios. También el modo de escribir poesía debe adaptarse, como ha hecho siempre, al espíritu de este tiempo, o enfrentarse a él.

MARIO OBRERO: Rimbaud nos avisaba de ser “radicalmente contemporáneos” y el ritmo, como elemento musical y edificante de la vida ha de ser siempre oído.

Creo que es posible no sucumbir a comportamientos o actitudes dominantes propias de un aceleramiento enraizado al modelo social (la poesía también es una resistencia), pero no reniego de poder danzar con el atropello de los calendarios siempre que esta decisión sea voluntaria.

 

Para ti, ser un poeta ¿es una forma de disfrutar y celebrar los aspectos compartidos de la condición humana? ¿O te posiciona como un extraño, un outsider?

DIEGO DONCEL: La poesía es celebración porque se escribe para los otros, pero creo que el poeta debe ser un solitario en el sentido que debe estar al margen para ser creíble. Me gustan los escritores que no se dejaron seducir por los fulgores de su época, que sex apartaron un poco de todo para mantener con las cosas una relación de intimidad.

Pienso, por ejemplo, en uno de los grandes poetas que conozco: Joaquim Manuel Magalhães. Vive en el campo, lejos de todo, escribe poemas tan reales, tan sumamente misteriosos. Y lo importante es que cada palabra que se diga de él es una palabra de más.

MARIO OBRERO: Rilke decía algo fascinante en sus Notas sobre la melodía de las cosas: “aquel que perciba toda la melodía será el más solitario y al mismo tiempo el más ligado a la comunidad”.

Me fascina este tema, la conjugación de lo colectivo y los anhelos grupales con la soledad propia del poeta. Pero de momento no sabría en que geografía ubicarme. Por suerte, siempre hay dudas y preguntas que no pueden ser respondidas.

Lectura de poemas en las «Veladas poéticas» de la UIMP

La FUNDACIÓN LOEWE y la UIMP le invitan a la lectura de poemas de Diego Doncel, ganador del XXXIII Premio LOEWE de Poesía y Mario Obrero, ganador del XXXIII Premio LOEWE a la Creación Joven.

Martes 29 de junio 2021 — 19:00
Presenta Carlos Alcorta.

UIMP, Palacio de La Magdalena
Paraninfo de La Magdalena
Santander
Plazas limitadas y reservadas por orden de confirmación en uimp.es/literatura

Acto retransmitido por streaming en uimptv.es

Lectura de poemas en la Fundación Antonio Gala

La FUNDACIÓN LOEWE y la FUNDACIÓN ANTONIO GALA le invitan a la lectura de poemas de Diego Doncel, ganador del XXXIII Premio LOEWE de Poesía y Mario Obrero, ganador del XXXIII Premio LOEWE a la Creación Joven.


Lunes 21 de junio 2021 — 21:00
Presenta Joaquín Pérez Azaústre, ganador del XXIII Premio LOEWE de Poesía.

Fundación Antonio Gala
Salón de actos
Calle Ambrosio de Morales, 20
Córdoba
Plazas limitadas y reservadas por orden de
confirmación.
SRC 957487395
recepcion@fundacionantoniogala.com

Lectura de poemas en el Real Jardín Botánico

La FUNDACIÓN LOEWE y el Real Jardín Botánico le invitan a la lectura de poemas de Diego Doncel, ganador del XXXIII Premio LOEWE de Poesía y Mario Obrero, ganador del XXXIII Premio LOEWE a la Creación Joven.

 

Jueves 17 de junio 2021 — 19:30

Real Jardín Botánico
Glorieta de los plátanos
Plaza de Murillo, 2
Madrid

En caso de lluvia, la lectura se realizará en el Pabellón Villanueva.

Plazas limitadas y reservadas por orden de registro. Podrá registrarse pinchando aquí.

Podrá consultar la información y prevención de riesgos del RJB aquí.

Seguiremos encontrando a Francisco Brines en sus versos

Desde la FUNDACIÓN LOEWE nos despedimos del poeta, Jurado de Honor del Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE, Patrono y ante todo, amigo, Francisco Brines con las palabras que le ha dedicado nuestro Presidente de Honor, Enrique Loewe.

De izq. a dcha: Antonio Colinas, Francisco Brines, Enrique y Sheila Loewe.

«A mi amigo Paco Brines:

Estas líneas están llenas de tristeza, de cariño, de admiración y agradecimiento.

La tristeza por un amigo querido que deja de estar a la vista y al abrazo. Que no verá mis lágrimas.

El cariño que en estos momento aparece más fuerte, más profundo y más verdadero, más firme y definitivo…

La admiración por su pensar, por su actuar, por su sentir, por su forma de trasmitir la belleza, la cordura, la esperanza y todos los valores grandes que la vida nos regala… por lo que nos enseñó y por lo que aprendimos de él.

El agradecimiento infinito en el espacio, en el tiempo y en el corazón. Por los sentimientos que nos regaló, por su amistad, su ternura seductora, su paciencia y su dulzura.

Por vivir apasionadamente el nacimiento del Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE, su obra en gran medida, a la que le dedicó más de 30 años como miembro del Jurado siendo siempre nuestro gran ejemplo y nuestra mejor inspiración .

Sin ti, Paco, no hubiéramos sido lo que hoy somos. Nos enseñaste a tomarnos “en serio”, a ser serios, y serios seguiremos siendo pensando en ti, añorándote… porque tú siempre nos has tomado “en serio”…

Gracias, Paco, gracias sin fin, sin pausa, merecidas, auténticas… desde el fondo de mi alma.

Volveremos a encontrarnos y mientras tanto te buscaremos… EN TUS VERSOS.

 Enrique Loewe».

De izq. a dcha: Francisco Brines, Enrique Loewe, Juan Antonio González Iglesias, Víctor García de la Concha, Ana María Moix, José Manuel Caballero Bonald, Jesús García Sánchez, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena y Eduardo Lizalde.

José Manuel Caballero Bonald y la poesía como lujo necesario

El pasado 9 de mayo, el mundo de la literatura y de la poesía en particular perdió a uno de los más importantes poetas de la generación de los 50.

José Manuel (Pepe para los amigos), se unió al jurado del Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE en el año 2001, jurado al que se mantendría íntimamente ligado como miembro activo y como Jurado de Honor desde el año 2018.

Premio Cervantes en 2012, fueron muchas las deliberaciones, acuerdos y desacuerdos que compartió con sus compañeros, entre ellos, Luis Antonio de Villena, que lo recuerda así:

«Pepe Caballero Bonald (hasta que se autojubiló por la edad y los alifafes de salud, como él diría) fue jurado activo y vital del Premio Loewe. Alto poeta y notable prosista, era un jurado meticuloso y siempre vivaz defensor de los libros de su preferencia. Buscaba la calidad, norma fundacional del Premio, pero no podía olvidar -con todo equilibrio- sus valencias personales hacia una poesía algo neobarroca, con lenguaje cuidado y buido conceptismo. Pepe nos deja el recuerdo de su calidad, su ironía gaditana, su sabia retranca y ese saber que la poesía es un lujo necesario, en el que él se bañaba cada día. Inolvidable.»

Deliberación del XXXI Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE. En primera fila, de izquierda a derecha: José Brines, Aurora Egido, Luis Antonio de Villena, Piedad Bonnett, José Manuel Caballero Bonald. En seguda fila, de izquierda a derecha: Jaime Siles, Antonio Colinas, Enrique Loewe, Sheila Loewe, Luis García de la Concha, Ben Clark, Soledad Puértolas y Jesús García.

Primera lectura pública de poemas de Diego Doncel y Mario Obrero, hoy en Getafe

Tras un intenso año para todos, hoy se celebra la primera lectura pública de poemas de los últimos ganadores del XXXIII Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE, Diego Doncel y Mario Obrero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El evento tendrá lugar en el Espacio Mercado (Plaza de la Constitución 5), Getafe, a las 19:00.

Si estás interesado en acudir, puedes remitir tus datos así como los de tu acompañante por correo electrónico a: ahuerta@magmacultura.com; puerto.martin@magmacultura.net

El evento se retransmitirá en directo a través de las redes sociales del festival (Instagram: @de_poesia_por_getafe | Facebook: depoesia.porgetafe)

¡Estaremos encantados de que nos acompañéis!

La FUNDACIÓN LOEWE convoca el XXXIV Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe 2021

La XXXIV edición del Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE será la primera que acepte inscripciones digitales.

Hoy se abre el periodo de inscripciones al Premio LOEWE de Poesía, que permanecerá abierto hasta el 24 de junio.

Para saber cómo presentarse, acceda a las bases, publicadas ya en nuestra página web.

El Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE inició su andadura en 1988 con el fin de impulsar la calidad en la creación poética en lengua castellana.
Se premia una obra inédita de al menos 300 versos con 25.000€ y se contempla un Premio a la Creación Joven de 8.000€. Este año, y como novedad, la edad a la que se puede optar al premio a la Creación Joven sube a 33 años. Los Premios son publicados dentro de la Colección Visor de Poesía.

 

El futuro de la poesía

La FUNDACIÓN LOEWE acaba de firmar un convenio de colaboración con la Fundación Antonio Gala, dando origen a una prometedora apuesta común por parte de dos entidades volcadas en la creación poética en lengua española. Este acuerdo, suscrito recientemente, facilita una colaboración que busca consolidar la difusión de la poesía y apoyar a los poetas jóvenes.

Gracias a esta iniciativa, los poemarios ganadores del Premio Internacional de Poesía FUNDACIÓN LOEWE serán presentados en la sede de la Fundación Antonio Gala, en Córdoba (España). Además, la Fundación Antonio Gala se reserva la posibilidad de conceder al ganador del Premio LOEWE a la Creación Joven una de sus becas anuales de residencia. La Convocatoria Internacional de Ayudas a la Creación que concede la Fundación Antonio Gala reúne a 18 jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 30 años de edad que se alojan en la sede de la Fundación de octubre a mayo, con la excepción de las fiestas del periodo navideño y los días correspondientes a la Semana Santa.

Un curso completo en el que los artistas seleccionados podrán dedicarse enteramente a su proyecto –de artes plásticas y visuales, música o literatura- mientras se relacionan con creadores de otras disciplinas en un ambiente abierto y prolífico. Javier Vela o Raquel Vázquez son algunos de los galardonados con el Premio LOEWE a la Creación Joven que también fueron becados por este programa. Además de su acogida en un entorno ideal para la creación e investigación, los becarios cuentan con la supervisión de la Fundación Antonio Gala. Ben Clark, también ganador del Premio LOEWE, es tutor de poesía en la Fundación Antonio Gala, reforzando el vínculo entre distintas generaciones de poetas en lengua española.

La FUNDACIÓN LOEWE, que en 1988 creó su Premio Internacional de Poesía con la finalidad de impulsar y dar mayor visibilidad a la creación poética, se implica de nuevo en esta disciplina literaria comprometiéndose a reunir anualmente a sus representantes con los de la Fundación Antonio Gala para, de forma conjunta, analizar la situación de la poesía en español y promover proyectos comunes que beneficien su creación y difusión.

Fotografías: Antonio Gala, en la entrada de la Fundación que hoy lleva su nombre. Sede de la Fundación Antonio Gala, en Córdoba. Cortesía de la Fundación Antonio Gala.

Raquel Vázquez, el sueño de soñar

Nos cuenta Raquel Vázquez (Lugo, 1990) la sorpresa que supuso para ella haber resultado galardonada con el Premio LOEWE de Poesía a la Creación Joven. “Pocas horas antes de la llamada telefónica, pensé fugazmente en el premio, en cuánto desearía ganarlo y lo improbable que sería”, recuerda. La composición del Jurado, el prestigio de la Editorial Visor y de la propia Fundación LOEWE la alentaban a presentarse, pero reconoce que no podía imaginar “la enorme repercusión que tendría y la cariñosa acogida posterior del libro”. Se reconoce “profundamente agradecida”.

Aunque los mapas –su poemario premiado, que también acaba de recibir el Premio El Ojo Crítico que concede Radio Nacional de España– esconde mucho de ella misma. Vázquez nos explica que para escribir “necesitamos nutrirnos de recuerdos, sueños, vivencias, conversaciones, lecturas… Lo que se cuenta en una página no tiene que haber sucedido, ni siquiera parcialmente, pero el punto de partida siempre va a ser una misma”. Para poder transmitir verdad y honestidad, añade, “es importante tener claro de dónde se parte, porque eso la persona que lee lo percibe, mientras que el porcentaje de realidad o ficción que haya es totalmente anecdótico”. Sin embargo, sí reconoce que en Aunque los mapas “hay una correlación entre la travesía personal que he vivido en los últimos años, de reflexión, de desencuentro y de búsqueda, y la que se propone a los lectores”.

La poeta no deja de emocionarse ante las reacciones de determinados miembros del Jurado ante su libro: “Que Gioconda Belli destaque la forma en que cierro los poemas o el hecho de que mi poesía sea accesible y depurada a la vez me parece algo maravilloso, porque son aspectos en los que tiendo a poner mi atención y que los haya visto una gran poeta como ella resulta para mí muy gratificante”, nos dice.

De entre los galardonados anteriores, elige La policía celeste, de su “apreciado y admirado” Ben Clark, como el libro al que más cercana se encuentra su escritura; también nombra He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes, de Basilio Sánchez, además de a Juan Antonio González Iglesias, Margo Glantz o la propia Belli como los poetas “que mas huella me han dejado”, afirma.

Raquel Vázquez está ya trabajando en un nuevo poemario. “Tiene algunos puntos en común con Aunque los mapas: por ejemplo, en él los espacios siguen desempeñando un papel importante. Pero, como siempre –explica la poeta– intento que suponga un paso más: en la indagación, en las posibilidades del lenguaje, tanto en la forma como el fondo”. Pero a Vázquez le gusta intercalar poesía y narrativa, por lo que también tiene entre manos un libro de relatos y planea retomar una novela que comenzó hace tiempo: “Creo que ha llegado el momento de sumergirme definitivamente en ella y terminarla”.

Asume con naturalidad el hecho de compartir el protagonismo de esta XXXII edición del Premio con otra mujer, la almeriense Aurora Luque. “Lo significativo –indica– es que hayan tenido que pasar treinta y dos ediciones para que ambas premiadas sean mujeres. O que el premio principal sólo haya recaído dos veces hasta la fecha en mujeres poetas, Cristina Peri Rossi y Aurora Luque”. Y, como si reflexionara en voz alta, añade: “El panorama poético actual en español es extremadamente diverso y rico, y en él destacan por igual hombres y mujeres. Por tanto, esperemos que se mantenga esta correspondencia entre los premios y el buen hacer poético”.

CÁRDENO

No siempre fue el futuro ese animal magullado.
¿Cuándo perdió las alas y la risa?
¡Cuándo se marchitó su ladrido de aliento?

Pesa la herida más que la esperanza.
Y no basta la espera.
Pero tal vez sí el bálsamo
de balbucir una palabra indemne.

Aunque en este desierto cueste tanto decirla.
Aunque las referencias hayan quedado atrás.

El sueño de soñar algún día lo ileso.

Por si las jacarandas
irrumpen como puntos cardinales.

Por si la vida todavía fuera
ese árbol triste en que lucha una flor.

Raquel Vázquez
Premio LOEWE a la Creación Joven 2019
Aunque los mapas

Fotografías: Raquel Vazquez © Eduardo Fraile. Aunque los mapas, Colección Visor de Poesía.