En el marco del Salone del Mobile, el Palazzo Isimbardi acoge, del 18 al 31 de abril, un proyecto con el que LOEWE expande el espectro de la artesanía hacia la promoción del trabajo manual y la creatividad expresiva. LOEWE Chairs convierte un objeto cotidiano –la silla– en artículos únicos a través de texturas adicionales que la transforman en incursiones escultóricas.
La conocida como ‘silla de palo’ (silla Stick) representa el objeto doméstico humilde por excelencia; aunque presentes en los hogares campesinos desde mucho antes, no comenzaron a registrarse hacia el siglo X, cuando Hywel el Bueno reinaba en el actual Gales. La aparente simplicidad de estas sillas hace que se presenten como una base ideal para la recreación artística: sus patas y largueros fijados al asiento, normalmente sujetos con una cuña, están en esta ocasión embellecidos y se transforman en objetos reinventados que ofrecen un exquisito diálogo creativo entre artesano, objeto, y artista. De las treinta sillas presentadas, veintidós son piezas antiguas originales y otras ocho han sido construidas por un taller británico especializado en ‘sillas Stick’.
La empresa belga Vincent Sheppard ha creado ocho sillas de telar Lloyd, culminando esta fantasía que transita entre la funcionalidad y el valor decorativo de la silla. Fue en 1917, durante la Primera Guerra Mundial, cuando el empresario americano Marshall Burns Lloyd inventó la maquinaria que retorcía papel alrededor de un alambre para luego tejerlo en grandes láminas que inicialmente se utilizaba para las sillas de bebé. Pronto, el material comenzó a utilizarse para mobiliario de exterior, por su mayor funcionalidad frente al ratán. Vincent Sheppard estableció la fábrica en Indonesia, un área especializada en el trabajo del tejido y curvado del ratán, tras adquirir la patente en 1992. Fibras naturales y piel se han empleado en las sillas LOEWE de telar Lloyd, expandiendo así el ámbito de la cestería de LOEWE.
Las sillas presentadas están a la venta en la muestra, además de bolsos y artículos inspirados en las técnicas y los materiales que transforman las sillas. Si bien el cuero o la rafia, son habituales en el universo LOEWE, otros nos sorprenderán, como las láminas de mantas térmicas que, con un juego inesperado del color e incorporando texturas inesperadas, realzan el discurso creativo de cada silla.
Fotografías: LOEWE Chairs en Palazzo Isimbardi, Salone del Mobile.