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Óscar Hahn, poeta

“Cuando escuché la voz de Sheila Loewe por teléfono -ella en España y yo en Chile- felicitándome por el premio, me quede mudo y bastante desconcertado.” Así recibió Óscar Hahn la noticia de que su poemario Los espejos comunicantes había sido galardonado con el XXVII Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe. El Fallo del Premio fue dado a conocer en noviembre pasado y la ceremonia de entrega del galardón y presentación del libro, el pasado mes de marzo.

Hahn-Oscar-Daniel Mordzinski

El escritor chileno tiene una larga trayectoria en el campo de la poesía, el ensayo y la crítica; es Doctor en Filosofía por la Universidad de Maryland (EEUU) y durante más de treinta años ha sido profesor de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Idowa (EEUU) de la que ahora es Profesor Emérito. Su obra ha sido públicamente alabada tanto por sus lectores como por las instituciones. Entre otros, recibió el Premio Nacional de Literatura de Chile o el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda y, como contrapunto, ha visto cómo su poemario Mal de Amor, de 1981, fue prohibido en el momento de su distribución por la dictadura militar de Chile. Es, lo que se dice, un poeta.

Habían pasado cinco meses “desde que mandé el libro, en junio” a España y, como nos explica “en ese momento ya no lo tenía en la cabeza, no estaba a la expectativa”. De ahí su sorpresa al recibir la llamada de la Fundación Loewe. Un premio, nos dice el poeta, “muy bien valorado incluso en ambientes no literarios y que tiene un gran prestigio internacional”.

HahnFLoeweSorprende, de alguna forma, que sea ahora cuando un poeta con su trayectoria se haga con el galardón. Nos cuenta el escritor que en esta ocasión “se juntaron dos factores” para presentarse al Premio. Por un lado, explica, “acababa de terminar el libro y por lo tanto estaba inédito”, y por otro, añade, “justo en ese momento me topé en internet con la convocatoria al premio Loewe para libros inéditos. Qué gran coincidencia, ¿no?”. Una feliz casualidad que reunió a su poemario Los espejos comunicantes, con un Jurado al que conocía “principalmente, por sus obras”. El hecho de ganar un premio como este, dice, “siempre ayuda a que los lectores le presten atención no sólo al libro ganador, sino también a los otros libros que el poeta ha publicado. Esto está ocurriendo ahora mismo, según he podido comprobar en mis visitas a varias universidades españolas.”

Para María Gómez Lara, ganadora del Premio Loewe a la Creación Joven de este año, sólo tiene palabras afectuosas: “María es una persona sencilla, sensible, generosa, y sin ninguna pretensión de diva. Un encanto de niña. Y sus poemas son como ella: finos, sin alardes verbales, pero profundos”.

El Premio Loewe de Poesía recae por primera vez en Iberoamérica por partida doble. “El problema es que en las 26 versiones anteriores solo habían ganado tres latinoamericanos”, explica Hahn. Por ese motivo, “por mucho tiempo se pensaba en América que era un premio español para españoles.  Esta vez ganaron dos latinoamericanos y tuvo muchísima difusión también fuera de España.” Los vínculos se han acentuado más que nunca y “ahora los latinoamericanos saben que pueden presentarse.”

Fotografías: Óscar Hahn, retrato © Daniel Mordzinsky. Entrega del XXVII Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe © Uxío da Vila para la Fundación Loewe, 2015.

 

Feliz Día Mundial de la Poesía, 21 de marzo

 

SOLITUDE

In my solitude you haunt me
with reveries of days gone by.
Música de DUKE ELLINGTON

Mi soledad no está sola:
está conmigo
Me acompaña dondequiera
que voy: duerme en mi cama
come de mi mano: respira
el aire que respiro
Me habla con mi voz
camina como yo camino
siente lo que yo siento
Sólo una vez mi soledad
se alejó de mi lado
me abandonó: partió
Fue esa tarde que conocí
a la mujer de mi vida
Meses y meses sin mi soledad
noche tras noche con mi gran amor
ocupando el espacio
de mi desamparo
Hasta que un día todo terminó
como siempre terminan
los amores eternos:
en un abrir y cerrar de ojos
Y ahora
he regresado a mi casa
Mi soledad me recibe
con los brazos abiertos
no me dice nada
no me reprocha nada
me abraza me consuela
Llora conmigo

Los espejos comunicantes
Óscar Hahn
Premio LOEWE 2014
Visor, 2015

 

TRANSFORMACIONES

y el dolor me cambió otra vez
me hice fuerte puse velas rearmé la casa
el dolor me fue empujando hacia delante

ahora cocino verduras clasifico en prioridades los papeles
urgente apúrate apúrate puede esperar todavía pero corre
importante

importante fue sanarme con palabras
importante fue escapar de ti
irle ganando a la pena las batallas

ser puntal de pronto
entregar a tiempo los ensayos ir al banco
hacer café por la mañana

olvidar a pasos torpes con las manos como si gateara

trabajar en la biblioteca
salir tan tarde que cerramos señorita

y no detenerme a llorar
comer lentejas zanahorias reinventarme

Contratono
María Gómez Lara
Premio LOEWE a la Creación Joven 2014
Visor, 2015

 

Del otro lado del Atlántico

Los ganadores María Gómez Lara y Óscar Hahn

«Loewe se atreve a honrar lo que no es moda, ni pasa de moda». Reconocimiento, gratitud y respeto por la literatura en su máxima expresión, destilaban las palabras del poeta chileno Óscar Hahn (Iquique, 1938) al recoger su galardón.

El XXVII Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe hizo público el Fallo del Jurado el pasado noviembre.

Meses después, con los poemarios publicados por la Editorial Visor, los ganadores se han encontrado con el Jurado y una selección de invitados relacionados con la literatura, la moda, el diseño y todas las ramas artísticas que vertebran la actividad cultural de la Fundación Loewe. El Hotel Westin Palace, como cada año, acoge la gran fiesta de la lírica.

Hahn&Edwards

 

MariaGomezLara

La intervención de Hahn fue un canto a la valentía y la constancia de la Fundación Loewe en su apoyo a la poesía, definiéndola como «una forma superior del lujo, no en lo suntuoso, sino como experiencia única, intensa» a pesar de considerarse «la variante pobre de la literatura; pobre en ventas pero rica en atributos de la condición humana». El escritor también chileno Jorge Edwards presentó Los espejos comunicantes de Óscar Hahn en un brillante discurso lleno de guiños a la poesía como cadena que une épocas y nombres distantes, reivindicando que «la poesía de calidad tiene una condición profética».

La colombiana María Gómez Lara (Bogotá, 1989), llena de agradecimiento, recogió el Premio a la Creación Joven por su libro Contratono, que presentó Antonio Lucas, ganador del Premio Loewe la pasada edición. Con unas lúcidas palabras que destacaban «la voz potente» de los versos de la joven poeta, afirmó que «arrastra ya una madurez que no renuncia al asombro, y es lo que le da textura»; su libro muestra, además, que «sabe cuál es la mejor tradición de la poesía».

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Sheila Loewe -Directora de la Fundación- y su padre Enrique Loewe -Presidente de Honor- acogieron a los presentes desde el estrado con la complicidad de quien se sabe rodeado de amigos y satisfecho por la labor terminada.

Modesto Lomba y Enrique Loewe

Enrique Loewe tuvo un honesto agradecimiento para el poeta Pablo García Baena, quien por motivos de salud ha decidido que sería esta su última participación como Jurado del Premio, y demostró públicamente su respaldo y satisfacción por el rumbo que está tomando la Fundación Loewe, bajo la mirada de su hija Sheila. «Ella y su equipo», afirmó, «son mi tranquilidad».

Es la primera vez que los dos galardones recaen en poetas hispanoamericanos. La Fundación Loewe, satisfecha de reforzar los vínculos que nuestra lengua común proporciona, celebra la llegada de dos hermosos libros de poemas del otro lado del Atlántico a nuestras manos. La poesía, una vez más, ha demostrado su capacidad de tender puentes cuando es una voz auténtica, serena y libre de prejuicios.

Fotografías: María Gómez Lara y Óscar Hahn; Ó. Hahn recibe su premio junto a Jorge Edwards; M. Gómez Lara y Antonio Lucas; Sheila Loewe, J. Edwards, Ó. Hahn, M. Gómez Lara, A. Lucas y Enrique Loewe; E. Loewe con Modesto Lomba © Fundación Loewe, 2015.

Damas de la literatura

Una anfitriona de lujo – Soledad Puértolas – engalanó y mostró a los asistentes la sabiduría y el encanto de Ida Vitale. La icónica tienda Loewe de la calle de Gran Vía, en Madrid, se convirtió por unas horas en un paréntesis de poesía y luz en medio del bullicio de la capital, acogiendo el Encuentro protagonizado por las dos escritoras.

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Vitale -su vida y sus pensamientos- rezuma literatura en su máxima expresión y abarca más de noventa años de historia de nuestras letras. Lectora incansable, traductora, escritora y viajera, la poeta uruguaya desbordó ingenio ante la mirada atenta y la guía astuta de Soledad Puértolas, que desde la prudencia y la sabiduría, supo desgranar los aspectos más atrayentes de su interlocutora. Un Encuentro de dos damas de la literatura.

I+S-42Agradecida a sus maestros en la vida y en la palabra, Ida Vitale se mostró reacia a hablar de generaciones literarias, defendiendo su preferencia a «establecer lineas verticales en vez de horizontales» entre los artistas, y explicó el «ambiente de expectativas literarias que se crea en torno a un personaje». Rubén Darío, Rafael Alberti o Julio Herrera aparecieron como invitados inesperados en las palabras de Vitale a lo largo de una conversación que nos llevó a México y otros lugares llenos de vida, llenos de poesía.

El recuerdo de sus primeros encuentros con los libros y su acercamiento a la palabra a través de la traducción, llevaron a Vitale y Puértolas a la lectura de fragmentos de la obra de cada una; momentos de complicidad con sus lectores.

La fiesta de la literaura continúa: hoy viernes abre en Madrid el Festival Eñe, en el que la Fundación Loewe mantiene su presencia. Además de las lecturas poéticas habituales, Rosa Torres-Pardo pondrá música a los versos de Luis García Montero; este año, la poesía ocupará también la zona chill-out y se proyectará el documental Se dice poeta, de Sofía Castañón. Un año más, la Fundación Loewe sigue apostando por las letras en una cita esperada por todos.

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Fotografías: Encuentro de Ida Vitale y Soledad Puértolas en la tienda Loewe de la calle Gran Vía, Madrid © Uxío da Vila para Fundación Loewe, 2014.

Poesía premiada

El veterano poeta chileno Óscar Hahn (Iquique, 1938) es el ganador del XXVII Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe con Los espejos comunicantes, un libro en el que conviven dos voces solapadas, dos miradas, una intimista e introspectiva y otra que nos asoma a una realidad cotidiana a veces convulsa. Esta mañana se ha hecho público en la tienda Loewe de Gran Vía, en Madrid.

El Premio Loewe a la Creación Joven ha sido para la colombiana María Gómez Lara (Bogotá, 1989) por Contratono, «una poesía fresca e indiscutible, que alerta de una gran promesa», según manifestó el Jurado, presidido por Víctor García de la Concha e integrado por Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Antonio Colinas, Pablo García Baena, Antonio Lucas, Soledad Puértolas, Jaime Siles, Luis Antonio de Villena e Ida Vitale.

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Treinta y nueve obras habían quedado finalistas de las 845, procedentes de 32 países, presentadas en esta edición. Cerca de dos centenares llegaron de América, que este año ha copado el palmarés; algo que no había ocurrido nunca en las ediciones precedentes del Premio Loewe, que se convoca desde 1987 con el fin de «impulsar la calidad poética en lengua castellana». Se premia una obra inédita de al menos 300 versos y se concede un Premio a la Creación Joven a un autor menor de 30 años. Ambos libros son publicados en la Colección Visor de Poesía.

La entrega de los Premios y la presentación de los libros editados tendrá lugar el próximo mes de marzo. Esta mañana, Sheila Loewe, Directora de la Fundación Loewe, fue la anfitriona del encuentro entre el jurado y los medios de comunicación. Tras su bienvenida, dio paso a Víctor García de la Concha, que leyó el Acta del Jurado con el fallo de los premios.

Cada obra premiada fue, a continuación, presentada y comentada por un miembro del Jurado. Ida Vitale, «agradecida de estar aquí y de haber coincidido con un jurado tan generosamente unánime», destacó «la solvencia» de Contratono, el libro de María Gómez Lara. Le asombraron sus poemas desde su primer contacto con ellos, y leyó uno, el titulado Emily Dickinson, como muestra de la escritura de esta jovencísima poeta.

Nací el mismo día que Emily Dickinson
casi dos siglos después
y las cosas han cambiado un poco
desde entonces

IdaVitale2014no tuve
su entereza ante el dolor
ni su oído sutil para las revelaciones

vivo en un edificio alto
donde no llegan los pájaros
sólo un ruido de sirenas
que no canta

es una ciudad inmensa
aquí todos somos Nadie
pero no hemos aprendido
a guardar el secreto:

al caminar regamos
nuestra nada en las esquinas

Nací con la piel oscura
en un país del trópico
y vine a buscarla a este estruendo
tan lejano de su voz
que se enredaba en las praderas

la imagino callando en los ladrillos
veo sus manuscritos de letras apretadas

como ramas de tina negra
que se quiebran
en cualquier envoltura
en la lista de mercado
y se enlazan otra vez
para inventar el mundo

Nací un diez de diciembre como ella
y no traje ese silencio

sin embargo

gracias al conjuro
de repetir sus versos
mientras cambian los semáforos

estoy a flote

todavía


La presentación de Los espejos comunicantes, el libro premiado de Óscar Hahn, corrió a cargo de Luis Antonio de Villena. Señaló la existencia en él de «dos lenguajes diferentes» que se compenetran: uno de «indagación sobre el yo» y su «perplejidad» en el mundo, y otro que mira al mundo en la actualidad, «un mundo que no funciona bien», que a veces no se entiende y en el que el hombre frecuentemente no es nuestro mejor compañero.

Lo vemos en el Vals de Santiago, poema que el propio Hahn ha elegido como muestra:

LuisAntoniodeVillena2014Un bosque depresivo invade la ciudad
un bosque trashumante
que quisiera escapar pero no puede

Desde los árboles que se agitan irascibles
caen castañas de carbón

Veloces monstruos de metal
con cerebros de moscas
se han adueñado de las calles

Chillan y chillan

No queda oxígeno que respirar
La clorofila se ha vuelto alquitrán

Pasan tortugas que parecen perros
y gatos que parecen caballos
Pasan pájaros que no consiguen volar
por el peso del hollín en sus alas

Una ballena se ha varado en la Plaza de Armas

Está nevando en pleno verano mamá
y los niños no pueden columpiarse
Nada se mece nada se balancea
El viento está inmóvil como una idea fija

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Fotografías: Soledad Puértolas, Pablo García Baena, Antonio Colinas, Víctor García de la Concha, Enrique Loewe, Ida Vitale. Luis Antonio de Villena, José Manuel Caballero Bonald, Jaime Siles, Francisco Brines, Jesús García Sánchez (Chus Visor), Sheila Loewe y Antonio Lucas. Ida Vitale presenta Contratono, de María Gómez Lara. Luis Antonio de Villena presenta Los espejos comunicantes, de Óscar Hahn. © Uxío da Vila para la Fundación Loewe

Hay Festival Segovia

La novena edición del Hay Festival Segovia Imagina el Mundo, se celebra del 25 al 28 de septiembre.

Enrique Loewe, presidente de honor de la Fundación Loewe, y José Carlos Martínez, director de la Compañía Nacional de Danza, conversarán con Julieta Martialay, redactora de Estilo de Vida de la revista Elle, sobre arte, cultura y danza, en el 35º aniversario de la CND, el próximo jueves 25 a las 20:15 horas en San Juan de los Caballeros.

Antonio Lucas, Juan Vicente Piqueras y Álvaro García, ganadores de las últimas tres ediciones del Premio Loewe de poesía, leerán en el Jardín Romeral de San Marcos el sábado 27 a las 12:15 horas.

¡No os lo perdáis!

 

Antonio Lucas y Elena Medel en La Noche de los Libros

De la mano de los más recientes ganadores de su Premio Internacional de Poesía, la Fundación Loewe participa hoy, día 23 de abril, en la celebración de La Noche de los Libros. Un mano a mano de poetas reunirá a Antonio Lucas y Elena Medel en la Galería Loewe de la madrileña calle de Gran Vía.

la ganadora Elena Medel, en la lectura de un poema

Recientemente hablaba Lucas en nuestro blog del Premio, de la poesía y de su amistad con Medel. Hoy, es ella la que nos cuenta su llegada a la poesía: “Aprendí a leer muy pequeña, y comencé a escribir relatos por imitación: con las atmósferas de los cuentos que leía, con sus protagonistas, inventaba personajes y transformaba los finales. Más tarde, en el tránsito del colegio al instituto, me regalaron una antología de la generación del 27, y allí me encontré con Lorca y los versos de Poeta en Nueva York. No comprendía qué quería decirme, pero me ocurría igual que con una canción en un idioma que no entiendo: su música y las imágenes que me removía me bastaban. Con la poesía me ocurrió igual, que me inicié en ella por imitación, pero pronto quise contar desde mi voz.”

La poesía, como a tantos otros, le cambió la vida “en todo, por supuesto”. Es Medel una escritora con los pies en la tierra, que rechaza “el misticismo en torno a la lectura y la escritura, y no creo que afronte la vida de una forma distinta por leer o escribir poemas, pero sin los poemas de los poetas que me guían me faltarían muchas experiencias.” A la poesía le debe, cómo no, “muchas vivencias y muchos buenos amigos.” Reflexionando sobre su poemario Chatterton respecto a su obra anterior, dice la escritora que “lo distingue la propia escritura: no tanto en el plano formal, creo, como en el propio acto de escribir, que aquí ha sido más consciente que en los anteriores poemarios, en los que aún me faltaba por encontrar el tempo. El lenguaje es más claro que en Tara y más narrativo que en Mi primer bikini, y el resultado más maduro que en ambos, por motivos cronológicos obvios.”

Los Premiados en el acto de entrega con Enrique y Sheila Loewe

Su presencia en el Premio Loewe fue el resultado de una serie de vicisitudes, ya que en 2012 había cerrado DVD Ediciones, con la que Elena Medel había publicado sus anteriores poemarios: se había quedado sin editorial. “Llevaba muchos años sin publicar un libro, siete cuando terminé Chatterton, ocho ahora, y presentarme a un premio me parecía la opción más rápida de dar salida al libro en una buena editorial. El Premio Loewe (yo confieso que, cuando me presenté, pensé siempre en la opción a la Creación Joven) me garantizaba el apoyo de Visor, con una magnífica distribución en España y Latinoamérica, y sobre todo el prestigio del jurado (con algunos de los maestros a los que más admiro) y el listado de ganadores que me precede.” También confirma, generosa, el atractivo del respaldo de la Fundación Loewe: “una entidad privada que decide invertir su dinero en la cultura, y en expresiones muchas veces tan minoritarias como la poesía o la danza. Ojalá muchos otros imitasen su ejemplo.”

El Premio ha supuesto un reconocimiento importante a su trabajo. «Cuando terminé Chatterton no estaba segura de haber dado el paso correcto, por los cambios que presentaba desde mi anterior libro, y todo eran dudas y temores; pero hablar en la rueda de prensa tras el fallo con Francisco Brines, Pablo García Baena o Jaime Siles, y que me comentaran aspectos concretos sobre el poemario que les habían interesado, que se refiriesen a escenas o poemas, igual que yo podría referirme a escenas o poemas suyos… Me impresionó y, al mismo tiempo, me calmó, igual que la reacción de los lectores, que está siendo generosísima.» Y añade, ya tranquila: «El Loewe Joven ha supuesto un respaldo a mi escritura.»

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Elena Medel admite su ilusión por leer con el poeta madrileño, porque “es buen amigo desde hace muchos años, y a quien admiro, sobre todo, desde que leí Lucernario.” Los desengaños –el poemario ganador del Premio Loewe- ha entusiasmado a Medel,por lo que tiene de pararse a contemplar su estado, y de reflexionar desde la rabia y la urgencia y la fuerza poética, inmensa, que guía el libro. ¡Y esos poemas en prosa!”.  Medel nos adelanta algo sobre su participación esta noche: “Supongo que, además de leer poemas de Chatterton, rescataré poemas de Tara y quizá alguno posterior. Será un recorrido curioso…”.

Fotografías: Antonio Lucas, Elena Medel, Enrique Loewe y Sheila Loewe en la entrega de galardones del XXVI Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe. Elena Medel en la lectura de su poemario ganador, Chatterton © Fundación Loewe, 2014.

Feliz Día Mundial de la Poesía

Fuera de sitio

Imagina que el tiempo sólo es lo que amas:
unas pocas palabras, unos seres exactos,
unas horas muy lisas, una playa (quizá)
donde el daño no acecha.

Imagina la vida como no lo es ahora,
no quiero decir como algo perfecto,
sino un resplandor, cierto abril de muy lejos,
un tributo al azar sin otro destino
que el confín fugitivo de un eco sin rostro.
Y después cualquier cosa.

Con qué precisión va la edad hilvanando el espino.
Y qué extraña la urgencia de ir en pie hasta la ola,
celebrar lentamente que aniquile mi huella,
mi escritura de hombre, mi certeza de surco,
ser la alta misión de lo que nunca concluye
como no cierra el mar su recado en la orilla.

Pero no es estar quieto la razón ni la meta,
sino un querer más pequeño, una conquista más clara:
ver la vida llegar de su noche a tu noche
en un cuerpo ajeno,
pronunciar su silencio,
abrazar su alambrada,
desear su vacío,
delirar sin camino, sin mapa, sin fuego,
hasta el tiempo sin tiempo
del país que no haremos.

De Los desengaños
Antonio Lucas
Premio Loewe 2013
Visor, 2014

UN CUERVO EN LA VENTANA DE RAYMOND CARVER

para Erika

Nadie se posa en el alféizar -son veintiocho años
de espacio adolescente-,
pero qué ocurriría si el pájaro sobre el que he leído
en todos los poemas
se colara por el patio de luces y asomara
por el alféizar de mis veintiocho años,

un pájaro
mi habitación adolescente.

Y qué ocurriría si yo escribiese aún
-si me preguntan, respondo que ya no-
y un pájaro cualquiera, ninguno de los pájaros sobre
los que haya leído en todos los poemas,
un cuervo o una de las palomas negras que asoman en la oficina,
interrumpiese en la escritura
como el que se posó en la ventana de Carver.

¿Ganaría su lugar en el poema?
¿Dejaría de ser pájaro?

Alza el vuelo. Ya no hay
habitación en el alféizar.

De Chatterton
Elena Medel
Premio Loewe a la Creación Joven 2013
Visor, 2014