El pasado mes de julio ha tenido lugar, en la Universidad de Málaga, el curso Poesía y mecenazgo: veinticinco años del Premio Loewe de Poesía. Han sido cinco días de intercambio creativo entre poetas y alumnos que por la brillante generosidad de sus participantes y la belleza de Marbella -lugar que lo acogía- se han convertido en una experiencia realmente única y festiva.
Este curso ha querido celebrar y casi agradecer la existencia de un certamen que ha reunido a los nombres más importantes de la poesía en lengua española a lo largo de las tres generaciones de autores en activo que han recorrido estos veinticinco años.
Poetas galardonados con el Premio Loewe como Juan Antonio González Iglesias -que participó en la jornada inaugural junto a Enrique Loewe y su hija Sheila, también presente en el acto y celebrada participante improvisada-, Jaime Siles, Juan Vicente Piqueras o Álvaro García, han contribuido con lecturas de poemas.
Además, escritores como Alfredo Taján (del Instituto Municipal del Libro, de Málaga), José Luis González Vera (del Instituto de Educación Secundaria Mare Nostrum), los filólogos Julio César Jiménez y Raquel Irisarri o Juan Manuel Romero (del Instituto de Educación Secundaria Levante) participaban en mesas redondas y Carolina Martín impartía el «Taller Loewe» previo a la llamada «Prueba de esencia poética» como actividad de creación conjunta entre ponentes y alumnos.
Organizado por la Universidad de Málaga, el Ayuntamiento de Marbella y la Fundación Loewe, el curso ha reunido a un grupo de alumnos que más allá de de asistir como público atento, se ha ido integrando como participante improvisado; así, por ejemplo, Hugo Cuche recitó en español e inglés traducido por él mismo y Jesús Tores Beato contribuyó con unos minutos de rap, mientras que los versos del poeta renacentista Francisco de Aldana irrumpieron en la reunión gracias a la voz y la memoria de David Leo García. Los viajes en el tiempo y el recuerdo, tan propios de la actividad poética, llevaron a alguien a conectar estas jornadas con el inicio de un soneto de Shakespeare: «¿Te voy a comparar a un día de verano?».
Mis más sincera felicitsción a Alvaro García por impulsar la Poesía y sobre todo a D. Enrique Loewe por su encomiable tesón y dedicación por ese apoyo a la Cultura y el Saber. Me siento orgullosa de pertenecer a esta Casa porque todo lo que se hace tiene el toque de la Sensibilidad y Pasión, legado de la familia Loewe.